El presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Julián Domínguez, se refirió a los beneficios que representa para los trabajadores rurales la sanción del nuevo régimen de trabajo agrario, recordando que “el concepto de peón rural fijaba que la jornada laboral era de sol a sol y que fue muy justo fijar ocho horas de trabajo, así como también establecer la edad jubilatoria del peón rural en 57 años y con 25 años de aportes, fijar que la remuneración mínima del peón no puede ser menor al salario mínimo vital y móvil, que se abonen las horas extras y se reconozcan el descanso semanal y las condiciones adecuadas de seguridad y vivienda”.

En referencia al artículo 106 de la ley que disuelve el RENATRE y crea en su lugar el RENATEA, ente que será administrado por el Estado, Domínguez señaló que “el registro lo que cambia es de titularidad la regularidad. Nadie puede decir que este Estado haya excluido. La característica es que ha sido un Estado que ha incluido, que ha incorporado a sectores no previstos. En nuestra concepción, siempre el Estado construye más certezas que la administración de los sectores privados. Esta es la discusión, es lo que nosotros pensamos, pero lo pensamos desde el peronismo, desde la ampliación de los derechos sociales”.

El titular de la Cámara de Diputados enfatizó que “resistirse al cumplimiento de la ley representa una conducta que no es compatible con el Estado de derecho”.

“Hay más de 1.300.000 de peones rurales que encontrarán en el nuevo Estatuto el reconocimiento a todos los derechos que no les eran reconocidos”, afirmó Domínguez y concluyó: “la Ley fue sancionada por una diferencia abrumadora en las cámaras de Diputados y Senadores, donde se encuentra representada la voluntad del pueblo argentino a través del voto, por lo tanto, el restablecimiento de esos derechos, es voluntad de nuestra ciudadanía”.