La consultora EGES trabaja desde hace una década en el ámbito legislativo. En una charla con Parlamentario, Federico Giargia -director- y su equipo, hacen un repaso de los temas clave que pasaron por el recinto en los últimos años. Un interesante análisis del papel que juega el Parlamento en nuestro país y su relación con las políticas públicas llevadas adelante por el Poder Ejecutivo.
Por Carolina Ramos
EGES es una consultora que desde hace diez años se especializa en el asesoramiento legislativo, electoral y en políticas públicas, en un trabajo en conjunto con gobiernos locales, provinciales y a nivel nacional. Conforma esta consultora un equipo multidisciplinario que incluye economistas, politólogos, abogados, psicólogos y sociólogos, quienes realizan todo tipo de estudios y también brindan capacitaciones tanto a legisladores como a asesores. Este medio mantuvo una charla con el director ejecutivo, Federico Giargia, y parte de su equipo: el abogado Juan Pablo Cettour y la psicóloga Julieta Frigerio. El rol del Congreso en la última década y la relación de fuerzas en el debate parlamentario fueron algunos de los ejes de una reflexión hecha por especialistas.
El balance del año
En todo el año electoral siempre hay una merma, sobre todo en el tema de las sesiones”, indica Giargia. De hecho, en Diputados fueron apenas ocho las sesiones ordinarias, y diez en el Senado. Para el director de la consultora, “esto no implica que haya habido una disminución en lo que es el trabajo diario en las comisiones, con los asesores, aunque por la lógica misma de la política, el Congreso está integrado por políticos que en años electorales tienen que revalidar sus bancas o trabajar por acceder a puestos de poder en sus provincias”.
Cettour destaca que “en estas elecciones, puntualmente, el Congreso ha tenido gran participación, porque los legisladores han sido actores principales en la campaña”. El abogado fundamenta que “muchos de los debates de los temas importantes de campaña se dieron en medios públicos con la participación siempre de algún diputado o algún senador, quien hasta quizá llevaba la agenda política de su candidato presidencial”, y pone ejemplos: “Elisa Carrió no habló tanto como habló Patricia Bullrich; Luis Juez era el vocero de Hermes Binner en ciertos aspectos; en el radicalismo también Ricardo Alfonsín, y el Frente para la Victoria tenía diputados y senadores que tenían cierta participación”. Desde EGES destacan casos como los del vicepresidente primero de la Cámara baja, Oscar Aguad -candidato a gobernador de Córdoba-, la senadora Lucía Corpacci -gobernadora electa en Catamarca-, y su vice electo, el ex diputado Dalmacio Mera.
Los temas en agenda
A pesar de las pocas sesiones, desde EGES no niegan que no se hayan tratado temas de importancia en ambas Cámaras: “El 2011 en particular hay que tomarlo en dos partes: la primera mitad del año fue electoral, en la cual fueron fuertes tanto las primarias obligatorias como la elección definitiva de octubre. A partir de ahí el Congreso tomó un rol activo nuevamente en el tema legislativo”, evalúan, y sostienen que “uno puede pensar que casi no hubo sesiones en el año, pero de golpe tuvimos tratamientos que fueron vitales”.
En este sentido, el Congreso ha tomado los temas sociales como cabecera de su agenda. De hecho, en la última sesión ordinaria de la Cámara baja, se trataron tres proyectos claves: muerte digna, identidad de género y fertilización asistida. “Muchas veces la agenda también la impone la sociedad. El tema de muerte digna se trató a raíz del pedido de la mamá de Camila”, considera Frigerio. Según la especialista, “en ambas Cámaras hay varios proyectos de muerte digna que se están trabajando. En Diputados el tratamiento fue más simple, en el sentido de que tomaron la Ley de Derechos de los Pacientes, que ya está sancionada del año pasado, y sobre esa ley hicieron algunas modificaciones e introducciones, que era lo que estaba faltando para complementar la ley teniendo en cuenta este planteo. En el Senado, el proyecto que tomó la voz cantante ha sido el de Samuel Cabanchik, se realizaron jornadas de debate y demás”.
En cuanto al debate frustrado sobre aborto y las desprolijidades que acarreó –la reunión iniciada sin quórum, el dictamen que nunca existió y el plenario de comisiones fracasado-, Cettour sostiene que “el tema fue más mediático que técnico, y hay que entender que muchos legisladores que venían luchando desde hace tiempo y que finalizaban su mandato en diciembre, por lo tanto tenían el apuro que aunque sea el debate esté en la agenda”.
Para Giargia, también hay que tener en cuenta que “el aborto también implica otras políticas públicas a nivel integral, como educación sexual; no es solamente despenalizar el aborto, sino que detrás tiene que haber un trabajo fuerte del Estado en lograr que no haya embarazos no deseados”.
“Además -considera Frigerio-, todo en algún punto se junta. ¿Por qué al tema de la fertilización asistida cuesta tanto darle un marco regulatorio? Por la cuestión de los embriones. El embrión que está congelado, ¿es persona? Entonces, ¿por qué vas a legalizar el aborto?”. La psicóloga recuerda que “en las jornadas que se hicieron en el Senado respecto de muerte digna, muchas personas hablaban de la necesidad de hacer una modificación en el Código Penal respecto de resguardar a los médicos en el caso de los abortos o de la muerte digna”. Por eso, se pregunta: “¿Por qué se judicializa? ¿Por qué esta mamá pide al juez que la autorice a desconectar a la hija? ¿Por qué en el aborto no punible, por más de que está en el Código, igualmente el médico tiene miedo, y hasta que no lo autorice un juez no lo hace? Porque no tienen un respaldo jurídico que los deje actuar en determinadas situaciones que ya están establecidas por ley, y no tenga que ser necesaria la judicialización del caso. Pero lo cierto es que si no se hace de esa manera, un médico puede tener un juicio por mala praxis, perder una matrícula, y la verdad es que hoy por hoy no están asegurados los derechos como para poder hacerlo”.
Más allá de estos debates, que fueron de lo más profundos, desde la consultora también mencionan otro de los temas que mantuvieron al Parlamento ocupado durante todo este año: el del Digesto Jurídico. El abogado Cettour explica que “por ley tiene que ser iniciativa del Ejecutivo, pero que tiene que ser trabajado en el Congreso. Cristina lo anunció en su discurso inaugural. Se ha trabajado fuertemente y está funcionando una Comisión Bicameral. Tendría un plazo establecido de seis meses”.
El rol del Congreso en la última década
En línea con lo anterior, Cettour sostiene que “quizás en los últimos diez años el Congreso recuperó esa participación en la política que había perdido”. Asimismo, Giargia piensa que “los últimos años han sido muy productivos a nivel legislativo”.
“Hay un Poder Ejecutivo que lleva muchas iniciativas para debatir en el Congreso -explica-, la Argentina tiene un régimen presidencialista muy fuerte; eso implica que el Ejecutivo lleva claramente una agenda de políticas públicas, pero varias de las leyes más importantes fueron tratadas en el Congreso. Lo importante es que en el Poder Legislativo se pudo llevar ese debate. El Ejecutivo tiene la potestad de la iniciativa, y también la tiene el Legislativo, pero ahí es donde se realiza el debate y se da el ámbito de la democracia para modificar o no ciertas leyes”.
Este impulso dado desde el Congreso se ve reflejado, según entienden desde la consultora, en varias leyes: “El año pasado le han dado mucha importancia a una cuestión social como es el matrimonio igualitario. Esa fue una iniciativa de la diputada Vilma Ibarra, es una iniciativa que no nació del Ejecutivo, sino del Legislativo”. Como ésta enumeran otras como la Ley de Glaciares, la de Salud Mental, la Ley de Tierras y la de Movilidad Jubilatoria (ver recuadro). “El Ejecutivo también ha llevado iniciativas que han salido, como la Ley de Medios, la de Reforma Política y el Sistema Integral Previsional”, recuerda Giargia, aunque sostiene que el timón del debate lo lleva el Parlamento: “El Ejecutivo manda leyes por temas puntuales en base a políticas públicas para guiar al Estado, y el Legislativo siempre tiene que acompañar”, señala.
Párrafo aparte merece la Asignación Universal por Hijo (AUH), que se hizo efectiva por decreto y no por ley. Para el equipo de EGES, esto tiene una justificación: “Hay que ver la coyuntura. Fue en un momento especial en que se necesitaba esa legislación. Está marcada como una de las grandes políticas públicas a nivel latinoamericano, y ya tenía cierto debate en el Congreso, había iniciativas de Elisa Carrió y de la CTA., entonces el Ejecutivo un poco reconoce el trabajo que se hizo en el Congreso”, considera Cettour. Así, opina que “la AUH fue una medida que si bien fue urgente y por decreto, fue muy práctica, y si quizá se esperaba un tratamiento, y que pasen seis meses o un año, podían no llegar a alcanzarse los índices que hoy se tienen sobre la escolarización y el sistema de salud. Además, no podemos hablar de AUH si no hubiésemos reestatizado las AFJP”. El equipo concluye sobre este tema que “uno puede analizar la AUH y plantear ideas de cuál sería el monto y demás, pero realmente es el Ejecutivo quien sabe cuáles son sus ingresos, cómo están las cuentas del Banco Central, cuáles son las reservas y hasta dónde puede apuntar, y esa fue la argumentación que después la oposición, al no poder oponerse ideológicamente, trató de buscar en contra. Pero toda decisión que toma el Ejecutivo tiene también una consecuencia posterior. Está todo pensado en un camino”.
La relación de fuerzas
La representación de cada partido en las bancadas y los intereses de cada bloque muchas veces dificultaron la discusión de ciertos temas. El equipo de la consultora considera que “es importante destacar el acuerdo de distintos bloques para tratar de lograr consenso en muchos temas, pero esa discusión entre la oposición y el oficialismo tendió a marcar ciertas diferencias, en la época del Grupo A fue donde se complicó un poco el tema de los consensos”. Frigerio recuerda que “cuando el kirchnerismo pierde la mayoría, que pasa esto de la 125 y demás, no por eso deja de enviar leyes, sino todo lo contrario: envió leyes de importancia como la del lavado de dinero y regulación del tema del terrorismo”. Según analiza la psicóloga, “en realidad el Grupo A tuvo la complicación de no lograr utilizar esa mayoría que tenía. La única ley que ha tenido, que fue el 82% móvil, fue vetada. No ha tenido otras iniciativas, o fueron frenadas en Diputados o en el Senado. Fue una traba política que hubo en el Congreso y a su vez la fuerte campaña presidencial que hubo paralizó un poco esos últimos dos años”. Para el director de la consultora, “hay un Ejecutivo que toma iniciativas de políticas públicas, que cuando tuvo la mayoría trabajó para esas leyes, y cuando no la tuvo, que fue circunstancial, había una oposición atomizada que no tenía iniciativas legislativas”.
Además, evalúan que temas transversales como el aborto, fertilización asistida, muerte digna e identidad de género, “en realidad apuntan a que en todos los bloques haya objeciones y estén unos a favor y otros en contra, lo que provocan es que no haya una votación unánime de un bloque, están por encima de los partidos”. Así, entienden que “hay iniciativas del Ejecutivo que producen un quiebre en una oposición atomizada -como el caso de la Ley de Tierras-. En general este tipo de leyes marcan una agenda progresista. Tienen que ver con una visión de centro-izquierda, y hay sectores como el socialismo que es difícil que no puedan estar de acuerdo con estas leyes”.
El Congreso que se viene
“Con el recambio de ambas Cámaras, los nuevos legisladores le van a dar otra impronta al Congreso”, auguran en la consultora. Por ejemplo, mencionan el tema de participación de los trabajadores en las ganancias: “Hay que ver qué va a pasar con la fuerte presencia de diputados de orden sindical que ingresaron”, reflexionan. También opinan que “se viene la discusión sobre las regalías mineras, ahí las provincias están viendo dar la discusión en el Congreso para ampliar el margen de las regalías”. Por otra parte, mencionan como otro de los temas que se vienen la Ley de Arrendamiento: “Hace tiempo que se está discutiendo y el año que viene seguramente se va a realizar un fuerte debate”, piensan.
“Hay otro tema que va a tener fuerza el año que viene, que es el de adopción. Va a tener una fuerte participación, hay que ver si el Ejecutivo envía un proyecto propio, pero además hay muchas iniciativas legislativas que con el recambio van a volver a tratarse”, sostiene Cettour. Para Giargia, se viene también una agenda económica: “Otro tema que va a estar en la agenda legislativa va a ser la modificación de la Ley de Entidades Financieras y la Reforma Impositiva, que es un tema que el Ejecutivo lo tiene en agenda, y hay iniciativas del Legislativo”, indica, y agrega que “el tema de los subsidios también va a tener un debate en el Congreso, hay que ver qué postura van a tomar los nuevos legisladores”.
“Los nuevos legisladores vienen con iniciativas propias, eso es algo que en general pasa y ojalá sea así. Ellos van a posicionarse de una manera, y tampoco hay que descartar que el Ejecutivo siga teniendo iniciativas propias en políticas públicas, además de tener en cuenta, obviamente, las leyes que vienen de este año. El 2012 va a ser un año fuerte legislativamente. Es interesante tener un nuevo abanico de temas a tratar”, concluye el director de EGES.
