La diputada nacional Hilma Re (CC) comparó la política de Gobierno nacional referida a la soberanía de las islas Malvinas con el uso que le diera la última dictadura cívico militar. En un extenso comunicado de prensa, la dirigente agropecuaria criticó duramente la postura del kirchnerismo frente al “campo” y sus políticas para paliar la sequía al punto que consideró que “como no hay ideas para construir, las copian pero para destruir”.

Recordó así que “el ingreso por hijo, la vacunación obligatoria contra el virus de papiloma humano, la no extranjerización de las tierras, el matrimonio igualitario”, son “todas ideas y proyectos de diputados de la Coalición y del conjunto de la oposición”.

“Usando causas nobles para bastardearlas y someter al pueblo a la esclavitud del clientelismo y la dádiva, cuando no al miedo a un estado policíaco y represor”, agregó la diputada.

Entonces, consideró que “Malvinas (es) utilizada al igual que la dictadura para tapar problemas sociales y económicos, ajustes y tarifazos y distraer a la opinión pública”.

“La sequía existe y sus secuelas se van a sentir, la nieguen o no, la minimicen o la ridiculicen. Estamos acostumbrados los campesinos a sobrevivir a través de los siglos a adversidades climáticas, pestes y plagas de toda índole. Rezando -o no- a Dios y exigiendo soluciones al Gobierno porque somos ciudadanos, no Kelpers. Ciudadanos convencidos hoy más que nunca que: La peor sequía es la de las ideas”, concluyó Hilma Ré.

El campo y la sequía

La diputada entrerriana acusó además al Gobierno kirchnerista de “destruir” al sector agropecuario. Pese a ello, remarcó que es “el que genera más puestos de trabajo indirectos, genuinos, por cada puesto de trabajo directo, 35 por ciento del total de los empleos del país”.

Re manifestó que “hoy padeciendo otra sequía, y hay que padecerla. Sólo alguien que es campesino y siente y quiere su tierra, o aquellos que tienen la sensibilidad y la sabiduría de ponerse en el lugar del que padece, pueden entenderlo. Pero para ello es necesario bajarse de la soberbia, la intolerancia, el odio y la ignorancia”,

“¿Por qué destruirlo?: ¿Porque nos queremos apoderar de sus tierras a precios viles para después revenderlas ganando fortunas como en El Calafate? ¿Porque queremos ser socios en las ganancias como con las mineras? ¿Porque queremos completar la tarea inconclusa de Menem, vender lo que resta, la tierra, el agua, los minerales?”, expresó la legisladora.