– ¿Cuáles son las falencias de la ley vigente sobre trata de personas?

– La ley actual, que es la 23.364, se debatió en 2008. Hubo un avance muy importante, primero porque se federalizó y tipificó el delito. En el caso, por ejemplo, de Marita Verón, que está justamente siendo juzgado en este momento, el hecho de no haber sido un delito federal no le permitió a los jueces pasar inmediatamente de la provincia de Tucumán a La Rioja y Catamarca, que es donde fue llevada. Esto ahora está agilizado porque se actúa mucho más rápidamente al actuar la Justicia Federal. Eso fue un avance, pero a la vez esta ley tiene una gran falencia, que en su momento muchas de las organizaciones lo señalamos, por ejemplo que las víctimas mayores de dieciocho años tienen que demostrar si consintieron o no ser explotadas, lo cual es una aberración. Hoy los proyectos de modificación de la ley que existen en la Cámara de Diputados -que son varios- piden sacar la palabra consentimiento, para que ninguna víctima tenga que demostrar a ninguna edad ningún tipo de consentimiento.

– ¿Cuál es la urgencia de tratar este tema?

– Este es un tema muy importante, porque incluso hay antecedentes internacionales, como en Colombia, donde se había trabajado cuatro años con una ley donde se preveía el consentimiento, y después se sacó, que es lo que estaríamos haciendo nosotros. Todos los proyectos de modificación de la ley derogan esa palabra. Además en los proyectos nuevos hay varias cuestiones importantes; una es la apertura de un programa nacional; otra es un número de tres dígitos para llamadas específicamente por este tema.

– ¿Cree qué se podrá impulsar el tema este año en Diputados?

– Sí, la voluntad nuestra está. Es muy probable que votemos así como viene lo sancionado en el Senado, porque coincidimos en casi todos los puntos. Lamentablemente el año pasado, habiendo tenido dictamen, no lo pudimos llevar al recinto, y estamos atrasados en este sentido. Apenas se abran las sesiones ordinarias, yo inmediatamente lo voy a tomar como tema.

– ¿Cree qué hay complicidad de la Justicia o de las fuerzas policiales en estos casos?

– Sí, totalmente: hay complicidad entre la Justicia, la Policía, incluso las áreas municipales donde se visitan los prostíbulos, que en la Argentina están prohibidos, pero todos sabemos que funcionan, y ahí es donde se da la explotación. Así que en todo esto hay connivencia, hay irregularidades constantes también con muchas de las fuerzas políticas que tienen a su cargo estas áreas.