Cristina Fernández sólo enunció las obras realizadas en el sistema ferroviario, aunque aseguró: “No me va a temblar la mano para tomar las decisiones que tenga que tomar”. Además, criticó el manejo que la oposición hizo de la tragedia: “No se puede hacer política con la muerte”, expresó.
Luego de la tragedia del exferrocarril Sarmiento en la estación Once, que dejó como saldo 51 muertos y alrededor de 700 heridos, una de las mayores expectativas estaba puesta en un eventual anuncio oficial sobre el sistema ferroviario.
Sin embargo, la presidenta sorprendió, durante su discurso de apertura de las sesiones ordinarias, al no anunciar ninguna medida referente al tema –más allá de la intervención de la empresa TBA anunciada esta semana-, aunque sí remarcó: “No me va a temblar la mano para tomar las decisiones que tenga que tomar”. En este sentido, explicó que esperarán el resultado de las pericias judiciales.
Además, advirtió que los informes de la Auditoría General de la Nación (AGN) se basan “sólo en insumos de la CNRT” (Comisión Nacional de Regulación de Transporte), y que ninguna de las entidades reclamó la rescisión del contrato a la empresa: “Nunca hubo una investigación, una observación ni ningún pedido de rescisión del contrato notificado al Ejecutivo”, apuntó.
Más allá de esto, la presidenta enumeró las inversiones en materia de renovación de vías y soterramiento del ferrocarril, y enfatizó que “todos los ferrocarriles del mundo son subsidiados por el Estado” porque son deficitarios y las tarifas serían impagables.
