La diputada de Libres del Sur cuestionó la decisión del juez federal Claudio Bonadío de aceptar al gobierno como querellante en la causa del ferrocarril Sarmiento.
Luego de que el juez Federal Claudio Bonadío aceptara que el Estado se constituya en querellante en la causa por la tragedia por el choque del trenes en la estación de Once, que administra TBA, y que provocó la muerte de 51 personas y 703 heridos, la diputada nacional Victoria Donda dijo que queda claro que “el Estado tendría que estar del lado de los acusados en este caso y no del lado de las víctimas”.
“El grupo TBA, en su asociación con este Gobierno, ha logrado cobrar año a año más subsidios y además obtuvo nuevos ramales de trenes. Es evidente la complicidad del Ejecutivo con esta parte de la justicia, que desoye el reclamo de las victimas, además de ignorar nuestro pedido de rechazo como querellante al Estado que anteayer presentamos por esta causa”, señaló la diputada.
Para Donda, “el Estado podría haber evitado tremenda tragedia, ya que TBA presentó para gestionar este servicio una Garantía de Cumplimiento de Contrato de $30.000.000, y al año 2004 las multas a TBA S.A. por las líneas Sarmiento y Mitre ya superaban el 30% de la misma, o sea más de $ 9.731.602. Al día de hoy las penalidades aplicadas desde el año 2007 al 2011 equivalen a $43.736.432, lo que sería el 145,8% de esa Garantía de cumplimiento, elemento más que contundente para ejecutar la rescisión del contrato de esa empresa”.
Finalmente, la legisladora del FAP agregó que “lo que la presidenta planteó ayer en el inicio de las sesiones parlamentarias al referirse de la situación ferroviaria fue más que decepcionante. Pretende justificar el problema de la situación actual, que según ella no es producto de la mala gestión de los concesionarios y la falta de control del Estado, sino porque no le dejaron hacer el tren bala a Rosario que hubiera permitido modernizar el sistema. Como de mínimo es una falta de respeto a los trabajadores y usuarios, que más que por gusto utilizan el tren por necesidad. Me pregunto como puede ser que pretendan ser querellantes, evidentemente, más que buscar justicia por los 51 muertes de esta tragedia, solo quieren lavarse la cara”.
