Análisis del proyecto enviado por el Poder Ejecutivo al Congreso de la Nación para modificar la Carta Orgánica del Banco Central de la República Argentina realizado por el diputado Enrique Vaquié.
Por Enrique Vaquié
La principal modificación propuesta por el Poder Ejecutivo a la Carta Orgánica del Banco Central es que deja en manos del Directorio de la entidad determinar el nivel de reservas óptimo, a partir de este aquellas que las excedan son consideradas de libre disponibilidad. Estas reservas continúan disponible para cancelar deuda con organismos multilaterales de crédito, como ocurría antes, pero también se incluyó ahora como destino la deuda bilateral oficial, lo cual permitiría. por ejemplo, pagar con reservas la Deuda con el Club de París. También, pueden utilizarse para constituir fondos desendeudamiento, pero para esto debe existir una instrucción precisa (Presupuesto o DNU). Actualmente, el Gobierno debe pagar 2.138 mil u$s a organismos multilaterales y 5.674 millones de u$s de deuda privada. Las Reservas de Libre Disponibilidad (hoy negativas en 1.269 milones de dólares) deberían ser positivas en lo 5.674 millones de u$s para poder pagarles a los acreedores privados.
Otra modificación relevante es que subsume la actividad de la superintendencia de entidades financieras y cambiarias en la órbita del Directorio donde el presidente tiene mayor influencia. Antes, la Superintendencia, ejercida también por un Director, tenía independencia operativa del resto del BCRA.
También, en el inciso R del artículo 14, se dispone que el BCRA regulara las condiciones de crédito en términos de plazos, tasas de interés, comisiones y cargos de cualquier naturaleza, así como orientar su destino por medio de exigencias de reserva, encajes diferenciales u otros medios apropiados.
Las modificaciones habilitan de hecho al Poder Ejecutivo para disponer de reservas hoy no disponibles, de acuerdo con lo establecido actualmente las reservas de libre disponibilidad se encuentran en un nivel negativo. Como la modificación plantea que será el Directorio el que determina las reservas de libre disponibilidad, se supone que las mismas volverán a un nivel positivo, aunque no cubran el 100% de la base monetaria
La ley de Convertibilidad vigente define el uso que se les puede dar a las reservas internacionales (art 2, 4, 5,6) que hoy están destinadas a respaldar el 100% de la base monetaria y su excedente son las denominadas RLD. El concepto de reservas de libre disponibilidad se introdujo en 2005 para habilitar el pago de la deuda con FMI, luego, su utilización fue ampliada en 2010 (crisis con Redrado) para el pago de deudas con acreedores privados. Las actuales reservas y base monetaria dan unas RLD negativas de u$s 1.269 millones, lo que impide la utilización de reservas para el pago de deuda publica a acreedores privados.
Este camino es menos complejo que una modificación de la Ley de Entidades Financieras y, al mismo tiempo, lo dispuesto dota al Directorio de un nivel de discrecionalidad elevado, más afín al modo de actuar del kirchnerismo.
Si bien es cierto que tanto la ley de convertibilidad como la propia Carta Orgánica merecían una revisión global por la propia vigencia de un esquema de tipo de cambio flexible, máxime después de más de veinte años de vigencia y luego de los significativos cambios de la economía argentina, lo cierto es que hoy se hace con fines de continuar posibilitando un mayor financiamiento al sector público por los evidentes problemas fiscales.
Con respecto a los países que la Presidenta ha mencionado entre los que han modificado la Carta Orgánica de sus Bancos Centrales, la crisis internacional obligó a las autoridades de esos países a tomar medidas extraordinarias y también existe un debate sobre los objetivos e instrumentos de la política monetaria. Sin embargo, todos estos esfuerzos se hicieron en un contexto en donde las presiones estaban claramente sesgadas por la depresión de la actividad económica, sin la existencia de presiones inflacionaria. Al mismo tiempo, la naturaleza financiera de dicha crisis, también impactó de manera directa en los balances de los bancos, demostrando la laxitud de la normativa regulatoria anterior. En la Argentina, la situación es completamente distinta, 2012 será el octavo año consecutivo con una inflación de dos dígitos lo que ubica al país como una de los máximos exponentes inflacionarios a nivel mundial. Al mismo tiempo, tal como la Presidenta afirmó en su discurso, el crecimiento fue importante. Excepto que el Gobierno perciba, contrariamente a lo que afirmaba antes, que la actividad económica se está frenando abruptamente, no se observan motivos claros como para apurar un debate de este tipo. Por último, en términos de solvencia, las entidades financieras no muestran signo de fatiga alguna, y esta normativa, dependiendo de cómo sea utilizada por el Directorio, podría obligar a las entidades a financiar al sector público de manera irresponsable, tal como ocurrió en la década del 90.
Vaquié es diputado nacional por la UCR de Mendoza
