El debate en el recinto por la modificación de la Carta Orgánica del Banco Central contó con voces a favor y en contra del proyecto enviado por el Poder Ejecutivo y defendido por la titular de la entidad, Mercedes Marcó del Pont, la semana pasada.

Jorge Rivas (FpV) opinó que la aprobación de este proyecto significará “un paso más en la profundización del proyecto nacional y popular”, ya que la entidad financiera sería “uno de los actores protagónicos en la ejecución de políticas destinadas a impulsar el crecimiento y la equidad”.

“Hoy hemos derribado uno de los últimos paradigmas del neoliberalismo –sentenció el dirigente de los Socialistas para la Victoria -, y hemos adecuado los objetivos del Banco Central a los tiempos que corren, para que esa entidad se convierta en una herramienta activa al servicio de la producción, del trabajo y de la inclusión social”.

En cambio, para el radical Oscar Aguad, “esta reforma es un instrumento para financiar al Gobierno con inflación”. El diputado consideró que el Congreso debería debatir un programa para combatir la inflación y el fomento del crédito a través del ahorro interno.

“Lo que estamos reformando no es la ley de convertibilidad, es la Carta Orgánica de Kirchner, que en 2009 planteó el tema de las reservas excedentes, que en su momento eran 15.000 millones de dólares, que se esfumaron”, denunció Aguad.

Por el Frente Peronista, Daniel Germano repudió: “El objetivo final del proyecto del Poder Ejecutivo no puede ser otro que consolidar un modelo de doble caja, donde el Banco Central es prestamista a última instancia del Tesoro Nacional”.

“Esta reforma esta fundamentalmente orientada a resolver los problemas que hoy tiene el Gobierno, de financiamiento y de caja, aunque en el relato se insista que es para el desarrollo y la inclusión social”, dijo Germano, quien criticó la “falta de un plan para afrontar la coyuntura”.

Por el Pro, Julián Obiglio lanzó que “el kirchnerismo vulnera los ahorros y los salarios de los argentinos” y que “las consecuencias de esta modificación van a ser gravísimas para la gente, hoy se le está dando vía libre al Gobierno para que emita dinero sin control y vulnere los ahorros y los salarios”.

“Disponiendo el Gobierno de las reservas de la manera que lo van a hacer sube escandalosamente el riesgo de los depósitos”, afirmó Obiglio.

Por su parte, el titular de Nuevo Encuentro, Martín Sabbatella, sostuvo que “la reforma de la Carta Orgánica del Banco Central apunta a desarmar una más de las herencias del neoliberalismo, que es la de considerar a esa entidad únicamente preocupada por el valor de la moneda y la estabilidad monetaria”.

“Este paso es evidentemente a favor del rumbo transformador que encabeza Cristina Kirchner; es a favor de una economía popular y no de una economía administrada por tecnócratas; y es a favor de cuidar los recursos de millones de argentinos y argentinas”, celebró el legislador.

Juan Mario Pais (FpV-Chubut) aseguró que esta reforma es de vital importancia ya que “necesitamos que el Banco Central asuma en plenitud el rol directriz de la política financiera en el mercado de capitales, el ahorro público y privado, y la inversión; como también en la orientación del crédito para evitar concentraciones que debiliten las cadenas de valor en la economía en su conjunto”.

“Finalmente el Gobierno se apropiará de la máquina de hacer billetes y ahora nos va a dejar sin reservas”, dijo a su turno el diputado nacional Juan Casañas, del radicalismo, quien consideró que “es lamentable que el Gobierno haya seguido adelante con esta iniciativa, privilegiando su necesidad de fondos sobre la estabilidad financiera y la autonomía del BCRA y la necesidad urgente de frenar el espiral inflacionario que afecta nuestra economía. Es obvio que lo único que querían era poder apoderarse de los 170 mil millones de pesos y disponer de ellos a gusto y placer, sin ningún tipo de control”.

Para el también radical Lucio Aspiazu, “lo más alarmante es la reforma del artículo 20, que aumenta el volumen de fondos que el Tesoro puede usar del BCRA, y el hecho de que ahora el propio Central podrá decidir sobre su nivel de reservas en dólares, algo inadmisible si queremos preservar la seriedad del organismo y de nuestra economía”.

Por su lado, Jorge Chemes destacó que “la iniciativa no hace más que dejar en evidencia el creciente resquebrajamiento del supuesto modelo económico del kirchnerismo”. Para Chemes, “el Gobierno está buscando financiamiento sin control a costa de generarnos más inflación a los bolsillos de los argentinos”.