El presidente del bloque de diputados nacionales de la UCR, Ricardo Gil Lavedra, cuestionó el “tratamiento exprés” que el oficialismo le ha dado al proyecto de reforma de la Carta Orgánica del Banco Central, “que sólo encuentra explicación en la necesidad acuciante que tiene el Gobierno de encontrar financiamiento“.

Ratificó en ese marco que su bancada impulsa un dictamen propio junto a la de la Coalición Cívica “que garantiza el carácter federal porque le da asiento a las provincias en el directorio” del organismo.
“Hubiésemos querido discutir otras cuestiones como el impacto del retiro de los subsidios y la cuestión del transporte que tiene hoy una gravedad inusitada y que nos ha ocasionado la tragedia de Once. Por el contrario, estamos en una sesión especial para discutir la reforma de la Carta Orgánica del Banco Central. La actual no ha impedido el desarrollo que ha tenido la Argentina en los últimos años, por lo que no vemos la razón de la urgencia en el tratamiento de la iniciativa”, dijo Gil Lavedra.

El diputado sostuvo que “el oficialismo ha truncado el debate del proyecto en comisión dándole tratamiento exprés, no quiso que se debatiera con mayor extensión y ahora, sin esperar el plazo de la publicación del despacho, ha llamado a sesión especial”. “Esto sólo encuentra explicación en la necesidad acuciante que tiene el gobierno de encontrar financiamiento”, dijo.

Según indicó Gil Lavedra, la propuesta de la Coalición Cívica y el radicalismo es “una reforma a la Carta Orgánica del BCRA que asegura su carácter federal porque le da asiento a las provincias en el directorio; establece también protección a los derechos de los consumidores bancarios porque propone un órgano encargado de controlar los abusos de los bancos; prevé control parlamentario sobre las reglamentaciones del Banco Central a través de una comisión especial que crea en el Congreso, y también plantea criterios objetivos y adecuados para la utilización de las reservas y para la posibilidad de adelantos transitorios al gobierno”.

“Nosotros creemos que el Banco Central no es una isla y que tiene que estar vinculado con la posibilidad del pleno empleo y del desarrollo pero, en este aspecto, el proyecto oficial peca de excesivo discrecionalismo. Nosotros establecemos que estas injerencias del Banco Central tienen que estar claramente dirigidas a las pequeñas y medianas empresas, a las economías regionales, a las personas con menores recursos es decir, la posibilidad de que sean un instrumento de desarrollo dentro de un marco de estabilidad monetaria que el Banco Central debe preservar”, concluyó Gil Lavedra.