El diputado de Nuevo Encuentro defendió la iniciativa impulsada por el Poder Ejecutivo para ampliar las funciones del Banco Central y justificó el aumento excepcional de los adelantos transitorios que la entidad le gira al Tesoro Nacional.
El titular de la Comisión de Finanzas de la Cámara de Diputados, Carlos Heller, defendió el proyecto oficial que modifica la Carta Orgánica del Banco Central, por entender que “elimina resabios de la convertibilidad” y contribuirá a las “políticas de expansión de la producción y el empleo”.
Al abrir el debate en el recinto, en su carácter de miembro informante, Heller opinó que el Banco Central no puede desenvolverse “con políticas que desconozcan o se aparten de las políticas impulsadas por el Poder Ejecutivo elegido con el voto de la ciudadanía”.
“Este proyecto (que amplía las facultades de la entidad) elimina los resabios de la convertibilidad y permite mantener las políticas de expansión de la producción y el empleo”, resaltó Heller, miembro del bloque Nuevo Encuentro.
Destacó además que la iniciativa “preserva la independencia de instrumentos” del BCRA, lo que deja a la entidad “no sujeta a órdenes o instrucciones del Poder Ejecutivo Nacional”.
“Se expande la posibilidad de contar con herramientas anticíclicas”, argumentó Heller sobre el punto que aumenta del 10 al 20 por ciento de los adelantos transitorios que la entidad puede hacer “en momentos excepcionales” al Estado nacional y, en todo caso, cumplir “pagos en deuda pública en pesos”.
Heller marcó que el endeudamiento externo argentino “es inferior al que existe en muchos países centrales y en desarrollo”, y subrayó que “la eliminación prácticamente total de la ley de convertibilidad permite seguir avanzando en la recuperación de la soberanía plena monetario”.
Para Heller, la propuesta oficial afirma una “estructura jurídica de un Banco Central que recupera su rol y su actividad, y se convierte en una herramienta clave para un modelo situado en las antípodas de la época neoliberal”.
Advirtió que la actual Carta Orgánica tiene al Consenso de Washington como “marco conceptual, con su lógica neoliberal y monetarista, dejando de lado cualquier criterio de equidad distributiva”.
En cambio, planteó que la iniciativa del Poder Ejecutivo “establece un mandato múltiple, que incorpora el empleo, el desarrollo económico social con equidad y la estabilidad financiera, en el marco de las políticas del gobierno nacional”.
