Desde las 12.10 de este miércoles la Cámara de Diputados trata en el recinto el traspaso del servicio de subterráneos, el Premetro, el tranvía de Puerto Madero y 33 líneas de colectivos al ámbito de la Ciudad de Buenos Aires.

Los legisladores kirchneristas buscarán de esta manera convertir en ley el proyecto enviado por el Ejecutivo que busca ponerle fin a la disputa desatada cuando el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, decidió anular el traspaso de los subtes apelando a la falta de recursos económicos.

Tal como vino del Senado, el proyecto obtuvo este martes el dictamen favorable de las comisiones de Asuntos Constitucionales, Asuntos Municipales, Transporte y Presupuesto, en un debate marcado por recurrentes apelaciones a la Constitución y con críticas a las políticas de Macri y el Gobierno nacional.

A pesar de las objeciones, el proyecto oficial no busca ratificar el acta sino aprobar la “transferencia a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires de los Servicios de Transporte Subterráneo y Premetro” que fuera avalada por el convenio celebrado el pasado 3 de enero.

Además señala que “corresponde” a Buenos Aires “ejercer en forma exclusiva la competencia y fiscalización de los servicios públicos de transporte de pasajeros, a nivel subterráneos y premetro; de transporte automotor y de tranvía, cuya prestación corresponda al territorio de la Ciudad Autónoma”, con lo cual la transferencia no incluiría los recursos afectados. Este es el punto de mayor disidencia entre los bloques parlamentarios, ya que desde la oposición aseguran que toda transferencia debe hacerse con los recursos correspondientes, de acuerdo al artículo 75 de la Constitución.

Por último, el texto establece que dentro del plazo previsto en el acta firmada en enero, que es de 90 días, se efectivizará la culminación del proceso de transferencia.

Se espera que el oficialismo cuente para la votación con el apoyo de sus principales aliados: Unión Peronista, Nuevo Encuentro, Frente Cívico por Santiago, Movimiento Popular Neuquino y Córdoba Federal.

Claro está que el macrismo firmó un dictamen propio, a pesar de reconocer su debilidad legislativa. Su intención también es efectuar el traspaso de todo el transporte, pero incluyendo la transferencia de la policía, la competencia del juego, inmuebles ferroviarios, y foros de la justicia, entre otros servicios, con sus correspondientes recursos.

Al igual que sucedió en la Cámara alta, el radicalismo acompañará el despacho del Frente para la Victoria pero se diferenciará de los senadores votando en contra de la transferencia de los colectivos.

El Frente Amplio Progresista irá dividido, ya que el Partido Socialista se abstendrá con la excepción de Roy Cortina, quien presentó su propio dictamen. Tampoco emitirá voto el bloque de Claudio Lozano, Unidad Popular, que también tiene proyecto de su autoría.

Proyecto Sur, en tanto, se abstendrá; y la Coalición Cívica y su ex socia Patricia Bullrich (Unión por Todos) rechazarán la iniciativa del Gobierno.

Los otros bloques que votarán en contra son el Frente Peronista, el Gen y el Frente Cívico cordobés, los dos últimos siguiendo los pasos del Senado.