Parlamentario.com repasa en detalle las curiosidades de la votación que convirtió en ley el traspaso del servicio de subterráneos, el Premetro, el tranvía de Puerto Madero y 33 líneas de colectivos al ámbito de la Ciudad de Buenos Aires.
La votación numérica que permitió sancionar este miércoles el traspaso del transporte a la esfera porteña reflejó la amplia mayoría del Frente para la Victoria y sus bloques aliados, y también evidenció gran dispersión entre las bancadas opositoras. A continuación, parlamentario.com hace un repaso por las adhesiones, disidencias y abstenciones de la sesión.
Votos positivos Fueron 162 en total. Para llegar a este número, el kirchnerismo contó con la ayuda nada menor de la UCR, que votó afirmativamente el proyecto en general y se opuso a los artículos 2 y 3, que se refieren específicamente a la competencia exclusiva de la Ciudad “a nivel subterráneos y Premetro, transporte automotor y tranvía” en su territorio –sin incluir el área metropolitana-, y al plazo de 90 días para efectivizar el proceso.
El Frente para la Victoria contó, como era de esperarse, con el apoyo de sus bloques aliados: Frente Cívico por Santiago, Movimiento Popular Neuquino, Nuevo Encuentro, Frente Cívico y Social de Catamarca y el PJ La Pampa.
También votaron a favor los monobloques de Cristina Fiore Viñuales (Renovador de Salta), Juan Carlos Forconi (Santa Fe en Movimiento), Jorge Garramuño (Movimiento Popular Fueguino), Julio Ledesma (Corriente de Pensamiento Federal), Alfredo Olmedo (Salta Somos Todos), Walter Wayar (Frente Peronista Federal) y también Francisco Fortuna, de Córdoba Federal, a pesar de que su par de bloque Estela Garnero votó en contra.
Votos negativos Los 54 votos en contra del proyecto impulsado por el Poder Ejecutivo vinieron del Frente Peronista, el juecismo, la Coalición Cívica y el Partido Demócrata mendocino.
El Pro, que había llevado al recinto su propio dictamen, se opuso obviamente a la iniciativa por no incluir los fondos correspondientes en el traspaso del servicio de transporte.
Se hicieron evidentes las divisiones en el Frente Amplio Progresista. El Gen, que votó en contra, había firmado el mismo dictamen del bloque en el Senado. Otro que se opuso fue el socialista Roy Cortina, pero por haber presentado su propio proyecto. También se manifestó en contra Victoria Donda (Libres del Sur).
Dato curioso de la votación: dos radicales votaron a contramano de su bloque. Fueron el correntino Lucio Aspiazu y el tucumano Juan Casañas.
Por último, se opusieron al proyecto en cuestión los monobloques de Patricia Bullrich (Unión por Todos), Liliana Fadul (Partido Federal Fueguino), Carlos Favario (Demócrata Progresista) y Mauricio Ibarra (Unión por San Juan).
Abstenciones Sumaron 18 los diputados que no se pronunciaron sobre el tema.
Tres fueron de Proyecto Sur, cinco del socialismo, cuatro de Unidad Popular y dos de Unión Peronista, que comúnmente juega como aliado del oficialismo –y cuyo líder, Felipe Solá, estuvo ausente al momento de la votación-.
El bloque que lidera Claudio Lozano había ido al recinto con su propio dictamen de minoría, mientras que el bloque socialista no apoyó el proyecto de Roy Cortina, con lo que quedaron al descubierto nuevas diferencias dentro del Frente Amplio Progresista.
Las abstenciones restantes corresponden a dos monobloques: Marcela Rodríguez (Democracia Igualitaria y Participativa) y Ramona Pucheta (MIJD), además de –llamativamente- una radical, Linda Yagüe, y un peronista disidente, Edgar Müller, dos que fueron a contramano de sus respectivos bloques.
