El ex fiscal de Investigaciones Administrativas y actual diputado radical Manuel Garrido denunció “intentos por apartar” al juez federal Daniel Rafecas de la investigación sobre el vicepresidente Amado Boudou en la causa Ciccone Calcográfica.

Junto con su par Graciela Ocaña, Garrido anunció que la UCR prepara “demandas” contra Boudou “por omitir denunciar las situaciones que reveló ante el periodismo”, en referencia a supuestos intentos de soborno al jefe del Senado por parte de allegados al grupo Boldt, rival de Ciccone.

“Llama la atención que haya asociado al juez Rafecas con una organización mafiosa” cuando en la Justicia federal ese magistrado “es uno de los que más prestigio tiene”, recordó el diputado por radio Continental. De la misma manera se expresó la ex ministra de Salud respecto a las acusaciones de Boudou hacia el estudio Righi: “Es muy grave decir que el estudio de Righi pueda realizar tráfico de influencia en la Justicia”.

En declaraciones a Radio La Red, Ocaña señaló: “Queremos saber cómo un hecho tan grave no se haya puesto en conocimiento de la Presidenta, que se investigue lo que él denunció y por qué no se hizo la denuncia en su momento”.

“La furia (de Boudou) es por la forma, por la difusión del allanamiento y no por una falta grave”, indicó Garrido, quien calificó de “sorprendente” que “alguien que tiene semejante jerarquía institucional salga a descalificar a un juez que lo está investigando y que desde el punto de vista político arremete contra funcionarios cercanos al Gobierno”.

“Ataca al juez que nombró Néstor Kirchner y al estudio jurídico (de Esteban Righi) que defiende a mitad del Gobierno y a la propia presidenta” Cristina Fernández y los “vincula a una mafia de tribunales”, enumeró Garrido, y sintetizó el planteo del ex ministro de Economía como “descabellado”.