El presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, aseguró que nota “un ensañamiento por parte de medios de comunicación y procedimientos atípicos” en torno a la figura del vicepresidente Amado Boudou y el denominado vaso Ciccone, con el fin de “erosionar el 54 por ciento” de los votos obtenidos por el Gobierno en las últimas elecciones.

“Estamos ante una clara decisión de erosionar el 54 por ciento que el pueblo argentino le confirió a la Presidenta y al vicepresidente”, aseguró el diputado del Frente para la Victoria en declaraciones a la señal televisiva C5N.

Domínguez sostuvo al respecto que se han dicho “tantas macanas, se ha tenido un trato tan perjudicial para la figura del vicepresidente” y que es por ese motivo que “tenemos que encontrar un parámetro de razonamiento, porque sino llegamos a cualquier conclusión. ¿El Estado sufrió un perjuicio? No hay ningún indicio que acredite esto”.

En tanto, se preguntó por qué “ningún fiscal tomó en cuenta la violación del secreto de allanamiento”, y aseguró en carácter de “ciudadano y diputado” que “acá hay una clara intención de perjudicar a Amado Boudou”, al tiempo que reiteró que “no hubo perjuicio contra el Estado y la Casa de la Moneda dio superávit y mejoró su calidad operativa”.

Remarcó en tanto que en Argentina “cualquier funcionario o dirigente comprometido con la política y la gente hizo gestiones para que las empresas no vayan a la quiebra. Si el pecado es que una empresa no vaya a la quiebra, entonces el resto de la dirigencia política es pecadora”.

“No han otorgado derecho a ningún tipo de recuperación de la investidura presidencial. Más allá de los ánimos de determinados sectores que quieren erosionar el poder político y la legitimidad de la fórmula presidencial, el respeto a la investidura nos cabe a todos”, afirmó Domínguez sobre el tratamiento mediático del caso.