La diputada nacional Patricia Bullrich enfatizó que se está expropiando “lo que hace unos años le regalaron a los amigos del poder a través de la argentinización que no fue más que regalarle a Ezkenazi el 25 % de la empresa”.

“Desde 2002 a la fecha, el Gobierno argentino construyó una política que desalentó la producción hidrocarburífera, con una contradicción clara entre las declamaciones públicas a lo largo de estos años y las políticas concretas impulsadas para aumentar la producción. El gobierno nacional ha agravado la situación con sus políticas de desaliento a la producción. La disminución de las reservas está asociada a la falta de inversión de riesgo; y la insuficiente inversión de riesgo, a la falta de una política pública coherente”, señaló la diputada.

Para la representante de Unión por Todos, “el Gobierno pretende dar un golpe de timón a su propia política, estatizando la empresa y de paso tapar con una gigantesca cortina de humo el desastre en que sumieron sus políticas al sector”.

“Pero para esto hay que comprarla, lo que implica disponer de los fondos para poder hacerlo. Ahora se anuncia la estatización, pero solo de las acciones donde no están los amigos del poder. ¿Con qué dinero se pagará la empresa, con dineros del Anses”, se pregunto la legisladora.

Bullrich estimó que “esto significa utilizar ahorros de los trabajadores argentinos para pagarle a tenedores de acciones del exterior por una empresa que ha sido mal administrada y vendida en parte a empresarios ligados al poder por orden del mismísimo gobierno y estos para pagar la empresa han usado el mismo dinero y en consecuencia, no ha efectuado las inversiones que se hubiesen requerido. El resultado es un horizonte de reservas muy corto. Esta situación también la atraviesa a Petrobras, por lo cual demuestra los errores de una pésima estrategia en el campo de los hidrocarburos”.

La diputada cuestionó que las acciones de Eskenazi no se tocaron y a su juicio el proyecto “es la continuación de lo que hizo Kirchner hace años cuando la empresa perdió más del 50 % de sus reservas”.

“El caso particular de YPF no debe obstaculizarnos para ver el bosque; la situación de las reservas hidrocarburíferas del país es crítica e hipoteca el futuro crecimiento del país. Es un problema que requiere la inmediata institución de una política energética agresiva que le permita a la Argentina reponer reservas. Esto se logrará efectuando los cambios en la Ley de Hidrocarburos que permitan a los capitales de riesgo efectuar las inversiones necesarias. Son decisiones de fondo que hay que tomar ya”, fundamentó Patricia Bullrich.