Sorprende e indigna a los habitantes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el funcionamiento irregular de la Legislatura porteña. Ya son varias las sesiones suspendidas, una por decisión política del bloque mayoritario, que no concurrió al recinto y cerró con llaves las puertas de acceso al mismo, colocando personal de seguridad en las puertas. En la ultima sesión, de ayer jueves 19, el Pro deliberadamente no bajo a sesionar diciendo a través de emisarios “si la oposición logra quórum, bajamos”, o sea, “a ver si pueden reunir los 31 votos necesarios para el quórum”, intentando ejercer un rol de presión política y de ejercicio del poder discrecional y contrario a los principios constitucionales.

Al no sesionar, perdimos la posibilidad cierta de votar la prorroga de la Ley 3011 – proyecto de diputados de diferentes bloques políticos de la oposición – para mantener el proceso de expropiación del inmueble correspondiente al Centro de Salud de la ex Liga Israelita, reclamado ampliamente por el barrio de Paternal como CESAC.

¿Es la prorroga de la Ley 3011 lo que motivo tal decisión autoritaria y decadente? ¿No entienden los diputados Ritondo, Vidal y De Andreis, principales responsables de estas decisiones, que con esta metodología debilitamos y ponemos en ridículo al Poder Legislativo porteño, además de vulnerar derechos básicos de la población de la ciudad?

Los grandes negocios del año pasado: la instalación de dos confiterías por plazas y parques de la ciudad propuesto por Ritondo, y el mega proyecto Inmobiliario de las torres en la ex-. Ciudad deportiva de la Boca (la Dubai porteña), están parados, no logra reunir el Pro los votos necesarios. Afortunadamente hay una mayoría que todavía defiende los principios del Código de planeamiento urbano. Posiblemente la extorsión que significa no dar quórum y no bajar al recinto tenga que ver con presionarnos para doblegar voluntades políticas. Quizás sea esa la verdadera razón de esta parálisis.

Quisieron evitar los debates por la inacción del gobierno porteño durante el trágico temporal del pasado 4 de abril, quisieron evitar la declaración de apoyo a la Nacionalización de YPF, quisieron evitar poner en evidencia sus propias debilidades.

El Pro quiere hacer valer su mayoría, y utiliza a algunos sectores de la oposición para alcanzar fácilmente los 31 votos necesarios para vaciar el recinto. Obstaculizan también el tratamiento de pedidos de informes y citaciones a funcionarios públicos.

Es toda una maquinaria política destinada a paralizar el funcionamiento legislativo. Es un proceso lento de vaciamiento institucional, un “hacer la plancha” para que nada nuble el panorámico amarillo que sueña Mauricio Macri para desplegar su campaña hacia el 2015.

Es necesario hoy más que nunca que las fuerzas de la oposición establezcan claramente una estrategia en común para recuperar el rol activo de la Legislatura en el control de las políticas públicas, en el avance normativo de la ciudad.

Visibilizar el proceso de decadencia que estamos atravesando en la ciudad, tanto en la Legislatura como en la educación y la salud publicas, y en la acentuación de las brechas de la desigualdad. Esa es una responsabilidad compartida, sepámosla reconocer y asumir con energía y vocación militante.

Naddeo es diputada del Frente Progresista y Popular