La diputada del Frente Peronista Graciela Camaño hizo un reconocimiento a “todos aquellos militantes que en la década del 90 desistieron de la privatización de YPF”.

“Esto es una continuidad de lo que avalaron los Menem, los Kirchner los Parrilli, los Puricelli y tantos otros que privatizaron los hidrocarburos”, prosiguió la legisladora, quien ocupaba una banca cuando se sancionó la ley en cuestión, pero estuvo ausente en el debate.

Por eso, Camaño advirtió que “no se puede meter a todos los gatos en la misma bolsa” porque “fuimos muchos peronistas lo que no estábamos de acuerdo con la privatización de YPF”.

Además, la diputada se preguntó “qué va a suceder con la deuda de Eskenazi”, contraída “para hacerse de la empresa sin dinero”. Por eso, sostuvo que “el problema es el recupero del paquete accionario de la deuda” del grupo Petersen.

Camaño reclamó que el proyecto del oficialismo no platee “ningún tipo de medidas para que el Estado tenga el control” y se preguntó “de qué estatización me están hablando”.

También cargó contra el ministro de Planificación, Julio De Vido, y el secretario de Energía, Daniel Cameron, por considerarlos “absolutamente responsables del vaciamiento de YPF”.

“No alcanza con decir nos hacemos cargo, porque mientras nos hacemos cargo seguimos sin controlar”, justificó Camaño, y criticó al oficialismo al sostener que “nacional y popular en boca de los entregadores suena a hueco, a vacío” ya que estarían utilizando “los mismos argumentos que se utilizaron para privatizar”.