Una nueva frustración parece dibujarse en el horizonte legislativo bonaerense en torno al tratamiento de la Reforma Tributaria provincial ya que no dió su frutos el acuerdo ancanzado entre el FAP y el FpV-PJ, algo que había alentado las posibilidades para que este jueves el oficialismo pudiera conseguir el quórum y de esa forma arrancar la sesión.

El oficialismo no parece tener un rumbo fijo. De negar a viva voz modificaciones al proyecto pasó a sentarse a sopesar modificaciones con los integrantes del Frente Amplio Progresista que capitanea el lómense Marcelo Díaz.

Los progresistas estaban dispuestos a contribuir con el quórum si el oficialismo accedia a que el incremento del impuesto al Inmobiliario Rural sea aplicado gradualmente, “el modelo Santa Fe” decían; que se incremente el piso de los productos afectados por Ingresos Brutos y que se exima de la ley a las cooperativas.

Las conversaciones estaban en marcha y en la mesa no solamente estaban los legisladores bonaerense sino que también participaban funcionarios del gobierno de la provincia de Buenos Aires. Pero los números no terminaron de cerrar. Las expectativas de recaudación del gobierno se veían sensiblemente reducidas, comentaron.

Pero el corte final vino, como suele suceder siempre en la legislatura provincial, desde el exterior del palacio e impactó en el corazón del acuerdo, en el escalonamiento del revalúo atento a la posibilidad real de que el gobernador provincial está autorizado por el artículo 92 de la ley impositiva de realizarlo sin autorización de la legislatura.

Así las cosas el acuerdo del FAP con el FpV-PJ quedó trunco y las alternativas del oficialismo parecen agotarse a esta altura de la jornada.