El Comité de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados de la República Italiana en pleno, presidido por el ex premier Massimo D’Alema, del Partido Democrático, recibió a la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo Estela Carlotto, a la abuela Buscarita Roa y al diputado nacional por el Frente por la Victoria y nieto recuperado, Horacio Pietragalla Corti.

Además de agradecer el apoyo del pueblo italiano y sus representantes a la defensa de los derechos humanos en nuestro país, la comitiva lanzó la Red por la Identidad en Italia, iniciativa conjunta entre la embajada argentina y varias organizaciones no gubernamentales como “24marzo Onlus”, “Líbera Internazionale” y “Amnesty International”.

La Red tiene como primer objetivo la realización de una nueva campaña para buscar hijos de desaparecidos, robados durante la dictadura argentina, que puedan estar viviendo en Italia sin conocer su verdadera identidad.

Algunos de los instrumentos de la campaña serán la difusión en radios, televisión, la entrega de volantes en instituciones educativas y municipales. En la puerta de los consulados argentinos en Roma y Milán se colocarán monitores que pasarán spots preparados, que apuntan a ofrecer números de teléfonos y direcciones de e-mail a los que se puedan comunicar aquellos jóvenes argentinos que tengan dudas sobre su identidad. “Cada consulado contará con un kit para poder hacer exámenes de ADN, para comparar con el banco de datos que tiene la organización de las Abuelas de Plaza de Mayo, así como con equipos de psicólogos para poder ayudar a la persona que se presenta”, precisó Jorge Ithurburu, de la ONG “24marzo Onlus”.

El diputado Pietragalla Corti habló sobre lo que significó en su vida la acción de las Abuelas: “Recuperando mi identidad pude abrazar a mi familia y enamorarme de la política, como lo estaban mis padres. Recuperar la identidad no es sólo recuperar la propia historia, es también liberarnos, ver la luz, entender la historia y entenderse a uno mismo. Es sobre todo ser libres. Hoy, gracias a las Abuelas, hay 105 jóvenes libres. Y hay, lamentablemente, 400 jóvenes que no pueden gozar de esta libertad”. Su testimonio despertó emociones en los pares italianos que cerraron sus palabras con un caluroso aplauso.