En el marco de la audiencia pública, ante la Comisión de Acuerdos del Senado se presentaron los fundamentos de las 17 impugnaciones presentadas en contra de la designación de Daniel Reposo como reemplazante del exprocurador Esteban Righi.

Según detalló el senador Marcelo Guinle (FpV), los rechazos fueron presentados por los diputados nacionales Juan Pedro Tunessi (UCR), Graciela Ocaña (Udeso), Manuel Garrido (UCR), Patricia Bullrich (Unión por Todos), Gustavo Ferrari (Frente Peronista), la senadora Laura Montero (UCR), el legislador porteño Daniel Amoroso (Unión Federal), y los bloques del Pro y la Coalición Cívica en la Cámara de Diputados.

El pliego también reunió los rechazos del titular de la UCR y del presidente del bloque radical en la Cámara baja, Mario Barletta y Ricardo Gil Lavedra, respectivamente; del abogado constitucionalista y asesor del radicalismo Diego Hernán Armesto; del exdiputado de la Coalición Cívica Adrián Pérez; del Consejo Deliberante de Bahía Blanca; y de las organizaciones Ciudadanos Libres, la Fundación Ambiente y Recursos Humanos y Poder Ciudadano, entre otros.

Los mismos aseguran que la postulación de Reposo viola el artículo 120 de la Constitución que establece que el Ministerio Público debe ser “un órgano independiente con autonomía funcional”. En ese sentido, las críticas apuntan a los vínculos entre el postulante con el partido de Gobierno, en general, y con el vicepresidente Amado Boudou, en particular, quien se encuentra en medio de una causa judicial.

Además, remarcan las irregularidades encontradas en su currículum y aseguran que Reposo no reúne los requisitos mínimos de idoneidad técnica para ocupar el cargo de procurador general de la Nación. Entre otras cuestiones, las críticas señalan que el actual titular de la Sigen se desempeñó exclusivamente en el ámbito de la administración pública siendo carente en la formación académica y profesional requeridos para el cargo.

El descargo es un documento de 27 páginas, donde se realizan las aclaraciones referidas a cada planteo realizado en las impugnaciones presentadas.

Entre ellas, aclara sobre su filiación partidaria que “una cosa es la simpatía política y otra es la dependencia orgánica”, y aclara que en su caso no existe “dependencia orgánica de ningún partido político”. Advierte además que no está afiliado al partido gobernante.

En su defensa, sostiene que las argumentaciones que se han hecho sobre su comportamiento futuro a partir de su identificación con el Gobierno corresponden a “manifestaciones conjeturales, en las que se pretende hacer `futurología` respecto a cómo va a ser el accionar de quien hoy aún no está en funciones”.

Remarcó que “no hay objeciones” en referencia a su desempeño como funcionario público desde su ingreso a la administración pública nacional “hace más de 20 años”. Destaca que “en ninguna de las presentaciones se han vertido objeciones vinculadas con el desempeño de mis funciones públicas, lo cual no hace más que poner de manifiesto mi competencia y probidad para ocupar cargos públicos”.

Puntualiza que los que presentaron impugnaciones tienen una opinión “negativa” del concepto de agente de la Administración Pública, y “lo ven como un personaje inclinado hacia la parcialidad y a los intereses de los que mandan”.

Sobre su certificado analítico, que mereció cuestionamientos por su nota promedio, dijo: “Todos sabemos que el desempeño universitario depende de innumerables cuestiones”, y sostiene que trabajó durante toda su carrera, “con una carga, en algunos casos, superior a 8 horas diarias, a lo que cabe agregar las tareas de las que me tenía que hacer cargo por el hecho de ser del interior y no vivir en Buenos Aires con mi familia, como así también cumplir con las obligaciones de entonces, el llamado al Servicio Militar Obligatorio que me alejo al Sur del país durante más de un año”.

“Más allá de estas consideraciones, lo cierto es que el requisito para ocupar la Procuración General de la Nación es ser abogado, y yo he obtenido ese título”, aclara.

Con relación al primer “error” descubierto en su CV, en el que se lo p onía como disertante en un encuentro que tuvo como protagonista central al secretario General de la ONU, Ban Ki Moon, cuando en realidad debería haber figurado como “asistente” a esa conferencia, recordó haber brindado las explicaciones correspondientes, en las que puntualizó que “se ha tratado de un error material. El mismo se corrigió en forma inmediata apenas fue detectado por mí personalmente”.

Reposo dejó clara su trayectoria como funcionario público durante varios gobiernos y recordó que “cuando el licenciado Amado Boudou es nombrado ministro de Economía y Finanzas Públicas, me convoca para ocupar la Unidad de Auditoría Interna, no sólo por haberme conocido en oportunidad de mi desempeño en la ANSES, sino también por mi experiencia y capacitación en materia de control interno”.