Por Carla Froy

La Cámara alta está inserta en un nuevo debate: tiempo de descuento para el tratamiento del pliego de Daniel Reposo, el candidato del Poder Ejecutivo Nacional para ocupar la Procuración General de la Nación. Al respecto, la senadora Norma Morandini (FAP) explicó a Parlamentario que una de las condiciones para reemplazar el puesto que dejó vacante Esteban Righi es ser una figura autónoma y autárquica. Sin embargo, “su adhesión explícita y pública a este Gobierno lo inhabilita en un sistema de división de poderes”.

Con cintura política, la legisladora evitó hablar sobre el vínculo entre Reposo y el vicepresidente Amado Boudou, porque consideró que es “caer en la anécdota” del relato, lo cual “devalúa” el debate.

Por otra parte, desde su profesión como periodista, analiza la figura actual de la prensa y en el sistema de poder vigente. “El periodista es un empleado de la sociedad y no del poder político”, definió la aliada de Hermes Binner. Además, aseguró que la principal función de un reportero es mediar entre el funcionario y la sociedad y que, para ello, es necesario preguntar. Salvo que, reconoció, hoy en día existen gobernantes que se rehúsan o se presentan reacios ante el micrófono. Haciendo un paralelismo con su labor parlamentaria, admitió: “Me parece que los legisladores también tenemos que decir ‘queremos preguntar’”.

– Se ha criticado la “idoneidad” de Daniel Reposo así como su perfil académico. ¿Ese es su talón de Aquiles?

– Para empezar, si no se define cuál es la función de un procurador, cuesta entender por qué se pide un perfil de idoneidad, de independencia y parcialidad para aquel que sea jefe de los fiscales. Dicha persona debe tener una función autónoma y autárquica financieramente, según lo establece la Constitución. Pero es además la garantía de la legalidad que siempre tiene que estar al servicio de la ciudadanía.

– ¿Qué rol juega dicho procurador en la gestión política?

– Es importante tener en cuenta que la figura de un procurador trasciende a los gobiernos. Aquel que sea designado no se va con la gestión actual, sino que permanece en el cargo ya que corresponde al sentido de la Procuración: debe ser independiente, imparcial e idóneo. Por eso queremos escuchar a las personas que han presentado impugnaciones, para que los senadores posean los datos suficientes a la hora de votar.

– ¿Dicha independencia se ve afectada por el vínculo entre Daniel Reposo y Amado Boudou?

– Me he cuidado de hacer señalamientos personales, a pesar de que la impugnación mayor se base en su adhesión explícita y pública a este Gobierno, lo cual ya lo inhabilita en un sistema de división de poderes. Es decir, sólo este punto lo transforma en una persona no apta para ocupar el cargo, porque es incapaz de garantizar su independencia. Pero he preferido no entrar en el debate de la anécdota.

– Entonces, ¿en qué debate desea entrar?

– La contribución al debate público es que todos, dirigentes y periodistas, empecemos a discutir más las funciones, de lo contrario nos quedamos en un debate de personas. De esta manera, vamos devaluando cada vez más la democracia puesto que la ciudadanía tiene que saber qué ocurre.

– Entonces, ¿discutir sobre las irregularidades encontradas en el currículum también sería un reduccionismo del debate?

– Centrar el debate en que ha mentido en el currículum es quedarnos en esa anécdota, en lugar de hablar sobre la gravedad de que alguien mienta. Si para acceder a un lugar se engaña, ¿sobre qué otras cuestiones más mentir? Es importante que la anécdota no nos tape el valor y es totalmente opuesto hablar de idoneidad con una persona que altera sus datos personales a efectos de conseguir un cargo o ejercer una función. La idoneidad implica tener una preparación, estudios, experiencia y honestidad, una condición elemental de cualquier funcionario que obra según el bien público y debe garantizar el desarrollo de una Justicia independiente.

– ¿Qué opina sobre la salida de Righi?

– Se trató de una decisión política que corresponde ser explicada por Ejecutivo o el protagonista del caso.

– Existen rumores de que el oficialismo tiene los votos para aprobar el pliego, ¿a usted le consta?

– No entro en esas especulaciones porque siempre es alguien al que no le vemos la cara y los periodistas sólo reproducen. Yo no opino sobre lo que opinan otros, porque me parece que es una forma de devaluar el debate público. Si vivimos en democracia, no hay razón para que existan rumores. Desde mi posición de periodista me ofende que nos utilicen para decir lo que no se comunica públicamente. Lo único que tenemos los periodistas es la credibilidad.

Pensado por periodista

– ¿Cuáles son las “asignaturas pendientes” en cuanto a la libertad de expresión?

– Nosotros le pedimos a este Gobierno que finalmente sancione la ley de Acceso a la Información y reclamamos que la publicidad oficial deber ser universal, acorde al tamaño del medio y no a su ideología. Actualmente existe una gran confusión entre prensa y propaganda, ya que los funcionarios terminan haciendo propaganda de sus personas. Pero el periodista no está para hacer propagandas, sino para cumplir su función que es informar a la sociedad.

– ¿Estuvo de acuerdo con la iniciativa “Queremos preguntar”?

– Es un derecho que tienen los periodistas. Si a los legisladores no nos responden los pedidos de informes siendo representantes del pueblo… Se suele invocar al 54% pero hay otra parte de Argentina que ha delegado su confianza en nosotros. Mi función legislativa también tiene que ver con la función de control y un instrumento legislativo es el pedido de informes, que ni siquiera se consideran en las comisiones ni tampoco llegan al recinto. Me parece que los legisladores también tenemos que decir “queremos preguntar”.

– ¿Cómo garantizar desde el periodismo la libertad de conciencia en medio de la contienda actual de poderes?

– Es necesario aclarar que en una democracia no puede haber guerras. Desde el mismo momento en que manifiesta que la Ley de Medios fue hecha contra un grupo determinado, cabe preguntarse si los legisladores estamos al servicio de la intencionalidad concreta de una ley. Desgraciadamente, se está generando una polarización donde el gobernante, además, critica al periodista pero no da información.

– Por lo tanto, ¿es verdadera la premisa de que el periodismo se ha erigido como el cuarto poder?

– El periodismo actúa como contralor de los otros poderes. En el mundo globalizado la prensa como poder económico se ha convertido en otro poder. El problema es que los otros poderes se subordinen a la prensa. Si es un poder que representa a la ciudadanía, es ella misma quien actúa como contrapoder. Nosotros tenemos la obligación de elevar el debate, de lo contrario nos convertimos en chismosos y terminamos hablando de la anécdota y no de fomentar los valores para cultivar la cultura democrática compartida.

– ¿Qué rol juega el periodista en la diagramación del poder?

– Cabe aclarar que el periodista es empleado de la sociedad y no del poder político o económico. El reportero siempre pregunta en nombre de la ciudadanía, esa es la condición para que uno se pueda expresar de cara a la opinión pública. La función de la prensa es inherente al sistema democrático porque media entre la información del Estado o el de los poderes económicos y la sociedad. Son los gobernantes los que tienen que dar información y así garantizar el derecho de las personas a ser informadas. Por eso en el medio se encuentra el periodista, quien pregunta en nombre de la opinión pública. De allí que la función de la prensa es servir a la ciudadanía.