“Hoy 20 de junio celebramos una vez más el Día de la Bandera, en conmemoración del fallecimiento de su creador, Manuel Belgrano. Este patriota revolucionario comprendía que el ejército independentista necesitaba una insignia para diferenciarse de las tropas españolas, fue una bandera con colores propios la que comprometió a las tropas de Tucumán en su responsabilidad de liberar estas tierras de la Corona Ibérica. Pero Belgrano -pese a que su recuerdo evoque constantemente a su faceta militarista- sostenía que la independencia, la defensa de la soberanía nacional, de los colores celeste y blanco también debía medirse en el plano económico”, expresó la diputada nacional Silvina García Larraburu.

La legisladora barilochense dijo que “desde joven, Belgrano se había preocupado en demostrar que la riqueza de la nación y la soberanía de su economía dependía del desarrollo de la agricultura, la industria (las cuales había que fomentar) y el comercio (que se debía proteger); por lo que la mera venta de materias primas para su industrialización transatlántica, y la compra indiscriminada de manufacturas atrasaba el desarrollo del país”.

En este sentido, García Larraburu manifestó que en el siglo XXI la Argentina vuelve a defender los colores de su bandera, con las mismas convicciones de su creador: “El país ya había materializado estas ideas en el primer Gobierno peronista; hasta que se aceptaron los preceptos foráneos, enmarcados en el Consenso de Washington”. Y agregó: “Cómo sostuvo la Presidenta el 25 de mayo en Bariloche, en estos nueve años se les devolvió a los argentinos la patria que le habían arrebato; en dónde la visión del prócer que hoy estamos recordando, retoma vigencia y actualidad”.