Una vez más asistimos a la manipulación de la sociedad por parte del kirchnerismo, quien en su paso por la administración pública no se ha privado de generar falsas divisiones en una sociedad presa de la inmensa maquinaria publicitaria oficial. En la Argentina nadie puede negar la necesidad de construir viviendas dignas, seguramente un importantísimo derecho constitucional, que además conlleva la ilusión de muchos argentinos que quedaron excluidos de la posibilidad de un techo.

El problema es que hoy se pone en juego el no menos constitucional derecho de millones de jubilados a percibir una jubilación digna, sin el permanente sobresalto de no saber si aquellos fondos destinados a tal fin serán derivados a otros, seguramente justos, pero que deberían provenir de otras fuentes del Estado.

En Argentina parecería ser el mejor indicador de la decadencia de un Gobierno el uso indiscriminado e irresponsable de las cajas jubilatorias, y tal como es ya una marca de origen, esta administración se encarga de confundir a nuestra sociedad, construyendo sobre causas justas, oportunidades para que la corrupción siga teniendo sus oportunidades.

Es difícil justificar como se pretende resguardar la tranquilidad de los jubilados argentinos, usando los fondos que garantizan la misma en inversiones que por su destino e importancia social sabemos que no acompañarán en su rendimiento la creciente y negada inflación que domina nuestra economía.

Asistiremos a una nueva puesta en escena de este relato oficial, especializado ya en utilizar causas justas para el beneficio de pocos y una vez más en demostrarnos su habilidad de seguir mezclando lo público con lo privado, siendo lo público las ilusiones de quienes no tienen su casa, y la de quienes esperan el pago justo de sus jubilaciones y lo privado, el beneficio de algunos seguramente amigos o cercanos al círculo de poder de la clase gobernante.

Se debe atender a la construcción de viviendas, es sin duda la gran deuda del Gobierno con la sociedad, pero no es necesario hacerlo de manera inconsulta, casi improvisada, apostando a la imprudencia de comprometer fondos que principalmente deben garantizar la estabilidad de las cajas jubilatorias. Hacerlo así será una vez más burlar la buena fe de los argentinos y contribuir aún más al descrédito de una administración que aún en épocas de bonanzas no supo capitalizarlas en pro de la solución integral de la problemática socio productiva de nuestro país.

El diputado Pansa es diputado del Frente Peronista por San Luis