La Argentina acaba de despedir con tristeza a uno de los conductores, locutores y animadores que mejor nos representaba en los medios con su profesionalidad y carisma.

Juan Alberto Badia falleció a las 00.15 del viernes luego de haber estado internado en el Hospital Austral de Pilar desde el lunes y luchar contra el cáncer que se le diagnosticó hace dos años.

El 16 de mayo de este año, Badía fue declarado personalidad destacada de la cultura por una iniciativa del diputado Jorge Garayalde y Cristian Ritondo (Pro). Un evento emotivo en el que se encontró con sus familiares y seres queridos que los apoyaron a lo largo de su carrera. “Me gusta ser argentino, cuanto que me gusta”, expresó durante la ceremonia al agradecer por la distinción.

“La noticia fue absolutamente devastadora dado que no sólo fue una persona importante en nuestra cultura, sino también un amigo y por eso hace muy poco le realizamos un merecido homenaje”, expresó Garayalde, quien contó que durante el evento, Badía, le agradeció por realizarlo ese momento de su vida y que le dio fuerzas para poder seguir adelante.

Su nombre se encuentra estrechamente vinculado con la historia de la radio y la televisión argentina desde su primera experiencia en Radio Antártica hasta pasar por las más grandes emisoras del país.

Su relevante trayectoria televisiva que comienzó en 1970 con “Sábado de Bondad”, pasando por “Badía y Cía.”, luego con “Imagen de Radio”, “Una Buena Idea”, “Estudio País” y, por último, “Mi Noche Favorita”. En radio condujo “A mí manera”, “Hoy por la mañana”, “Badía y usted”, “Una buena idea” y “Estudio Playa”, durante más de diez años en Pinamar. Su nombre está estrechamente vinculado a la historia de la radio y televisión argentina. Recibió varios premios entre ellos “Konex” y “Martín Fierro”, tanto como conductor como por sus programas.

“Me han dado muchos regalos en la vida, algunos los guardo pero uno quiero proclamar: me gusta ser argentino, cuánto que me gusta”, manifestó el homenajeado al cerrar su alocución de gratitud por la distinción y el afecto de los asistentes que lo habían recibido con un calurosísimo aplauso cuando traspuso la puerta de acceso al Salón Dorado del Palacio Legislativo, aplausos que irrumpieron en numerosas oportunidades a lo largo de la ceremonia.

“Pertenecemos a una generación que transgredimos el libreto maravilloso de una generación aún más maravillosa que enaltecieron Antonio Carrizo y Cacho Fontana, entre muchos otros”, comenzó diciendo. Tras referirse a “la política como posibilidad transformadora de la realidad”, manifestó tener depositada sus esperanzas en las nuevas generaciones.

“El pasado nos sirve de referencia, lo único que vale es lo que haremos mañana”, reflexionó. “Amo conocer países, personas, costumbres, entenderlos, disfrutarlos… así empecé a valorar la identidad”, expresó emocionado para concluir señalando que “hoy aquí hay gente que amo alrededor mío, otras que no conozco… a quienes veo por primera vez, pero son todos hermanos míos, argentinos, seres que comparten mi cultura”.