En vísperas de otra semana conflictiva en la provincia de Buenos Aires, el gobierno de Daniel Scioli se propone encontrar los consensos suficientes para evitarle inconvenientes en la Legislatura bonaerense al proyecto de emergencia económica que se dispone a enviar.

Ya el sábado en la conferencia de prensa que dio, el gobernador adelantó que el proyecto no se enviará a la Legislatura sin un consenso previo, y en tal sentido, el ministro de Infraestructura, Alejandro Arlía, admitió que “no queremos más malos tragos”, en referencia a sectores de la oposición y del propio kirchnerismo que dijeron que no apoyarían el proyecto. “Decir que no sin leerlo, es prejuicioso”, aclaró Arlía.

Asimismo se sabe que el gobierno provincial comenzaría a sondear en los próximos días la posibilidad de realizar una nueva negociación financiera con el gobierno nacional. Al respecto, intentarían lograr un acuerdo con el Gobierno nacional para que el Banco Central le compre bonos denominados Bogar -Bonos Garantizados- que están en poder del Estado bonaerense y que fueron emitidos por la Nación en el 2002 y que tienen fecha de vencimiento en el 2018.‹

Con la liquidación de estos activos financieros, la provincia podría incorporar a sus arcas alrededor de seis millones de pesos, un verdadero salvavidas para las alicaídas finanzas de la administración sciolista.

Para esta operatoria también necesita la aprobación de ambas cámaras legislativas.