“A veces un simple acto, un símbolo en un papel, puede marcar la vuelta de página de la historia. Por primera vez en nuestros más de 200 años de patria, una mujer será la cara de nuestra moneda. Pero ese lugar no es sólo para Evita, sino que en su figura, es el pueblo argentino al que se representa. Tanto los sectores populares que se incorporaron a la política, como sujetos de derecho, con la llegada de Perón a la presidencia por 1946; como las nuevas generaciones que nos apasionamos con su legado y elegimos ser parte del movimiento que Perón y Evita condujeron”, sostuvo la diputada nacional Silvina García Larraburu.

La diputada rionegrina remarcó que “medidas que retoman en la actualidad los axiomas de Evita están siendo implementadas durante un nuevo Gobierno nacional y popular. De esta manera, las consignas de independencia, soberanía y justicia social vuelven a enmarcar el destino de todos los argentinos”.

“La historia oficial se encargó de silenciar a las mujeres que dieron su vida por la patria; una prueba de ello son los próceres de los billetes, los monumentos de las plazas y la nomenclatura de las calles. Pero cómo indica la Corriente Historiográfica Latinoamericana, la historia es la política pasada, y la política es la historia del presente. Esta decisión de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner está cambiando la forma de entender la historia, y con esto afirmamos que está cambiando la política del presente. Porque así como en su momento Néstor bajó un cuadro y con ese gesto simbólico revirtió años de impunidad, hoy dejamos atrás la insignia del genocidio y colocamos en su lugar el emblema de la lucha por la igualdad”, concluyó García Larraburu.