Si el kirchnerismo se propusiera lograr una reforma constitucional, debería repetir en 2013 la espectacular elección del año pasado. En el caso de contar con sus aliados habituales, llegaría al número necesario en la Cámara de Diputados, no así en el Senado, donde está fresco el freno que se le puso a la designación de Daniel Reposo.
La oposición no terminará nunca de arrepentirse por no haber creído en el valor de las PASO en 2011. Las soslayó, jugó con candidatos únicos en todos los distritos y consiguió que con dos meses de antelación todo el mundo supiese que las presidenciales venideras serían un paseo para el oficialismo. A partir de entonces, sólo le quedó apostar a la parte legislativa y machacó con la necesidad de que la gente evitara con sus votos que el kirchnerismo dominase el futuro Congreso.
Hábil de cintura, el jefe del bloque del Frente para la Victoria en la Cámara baja, Agustín Rossi, aclaró que eso no sucedería, pues en 2011 el kirchnerismo renovaba bancas de la elección de 2007, en la que se había impuesto con amplitud, por lo que no haría gran diferencia. Cosa que sí podría suceder en las elecciones próximas, cuando el FpV podrá revertir los magros resultados de la derrota de 2009.
No faltaba a la verdad Rossi, pero lo cierto es que la victoria cantada del kirchnerismo dejó un Congreso donde el FpV sigue siendo una sólida primera minoría, que se garantiza la victoria en todas las votaciones merced a sus aliados permanentes y ocasionales.
Así las cosas, no son pocos los que se ilusionan con una victoria arrasadora en 2013 que les permita no sólo ser mayoría, sino también alcanzar el todopoderoso valor de los dos tercios, que serían un trampolín hacia una reforma constitucional, re-reelección incluida. Es el sueño que transparentó bien temprano Diana Conti y que buena parte del mundo K espera con ilusión, aunque no es nada sencillo alcanzar semejantes cifras.
Y un rápido repaso de las cifras actuales y las proyectadas, permite determinar que una hazaña electoral se convertiría en la llave para los dos tercios en la Cámara de Diputados, pero no sería suficiente en el Senado. Allí, el avance podría ser notorio, pero las cifras terminan por no cerrar.
Cuestión de números
¿Qué es lo que proyectamos para llegar a esa conclusión? Un panorama hipotético pero real, basado en algo que ya sucedió. Real, porque es la elección más reciente, la de 2011 cuyos resultados proyectamos hacia los próximos comicios. E hipotético, porque se supone que las elecciones legislativas suelen ser más parejas que las presidenciales, amén de estar atadas a la coyuntura que acompaña el momento de la votación. Si nos guiamos por los conflictos actuales, planteados en un contexto económico que se asemeja al de 2009, habría que pensar en un resultado más parecido a ese -no necesariamente con derrota kirchnerista- que a la extraordinaria elección del oficialismo el año pasado.
Pero es el dato más concreto que existe y así es que Semanario Parlamentario tomó el resultado de la última elección para establecer qué podría suceder en materia de bancas el próximo año. Remarquemos entonces que estamos estudiando el resultado más favorable que podría alcanzar el kirchnerismo.
De replicarse esos porcentajes, el próximo Congreso tendría una fortísima impronta kirchnerista, y hasta lograría alcanzar en Diputados -alianzas mediante- los dos tercios necesarios para imponer la elección de constituyentes para modificar la Constitución antes de 2015. Pero en el Senado el kirchnerismo no tendría los números suficientes.
Hoy el kirchnerismo tiene en la Cámara baja un bloque compacto de 116 diputados, con aliados permanentes que le aportan 20 votos y eventuales que garantizan otros cinco. Un total de 141 votos, que suelen ser más cuando el proyecto lo amerita. Para los dos tercios de la Cámara le faltarían 29 votos más. Con una elección tan buena como la de 2011, el FpV podría sumar otros 39 diputados al bloque oficialista (156) y contaría con 14 aliados seguros. Total… 170. El milagro de los dos tercios estaría asegurado con esos datos.
Son ciertamente números para estremecer a la oposición.
En el Senado la cosa es más pareja, porque las variaciones son mínimas y sólo ocho provincias renuevan representantes. Allí, hoy el bloque K tiene 32 integrantes propios, seis aliados permanentes y uno ocasional. Total, 39. Necesita 48 para los dos tercios, y aun con una muy buena elección, la modificación no sería suficiente.
Con todo, según los cálculos realizados por Parlamentario, el kirchnerismo podría aumentar de manera drástica su tropa propia, sumando cinco senadores a su bloque, aunque el número de aliados permanentes se reduciría en uno y desaparecería el ocasional. Ergo, sumaría 42 votos positivos.
Las mejores cosechas
En la Cámara de Diputados es donde el oficialismo podría hacer las mejores diferencias. Y previsiblemente, donde podría conseguir la mejor cosecha es en la provincia de Buenos Aires, donde logró once diputados en las elecciones de 2009. Si repitiese el resultado de 2011, podría conseguir 22 escaños.
También podría hacer una buena diferencia en la Ciudad de Buenos Aires, si replicara calcado el resultado de la última elección. En 2009 no consiguió un diputado en la Capital Federal, y el año pasado sacó cinco, tras ganar la elección. El macrismo apostará fuerte para hacer una muy buena elección, pero en este estudio nos manejaremos con los parámetros de 2011, donde el Pro debió lidiar con la carga de no llevar ningún candidato presidencial en las listas.
El kirchnerismo podría hacer buenas diferencias en Córdoba y Santa Fe, donde podría sumar tres escaños más en cada uno de esos distritos.
En cuanto al Senado, lo dicho: las diferencias son siempre más ajustadas. Los distritos donde el kirchnerismo podría hacerlas son Ciudad de Buenos Aires, Neuquén, Salta y Tierra del Fuego.
Cámara de Diputados
A continuación veremos qué podría pasar en cada distrito en caso de que el próximo año se repitiera exactamente el resultado de la última elección.
Buenos Aires (+ 11)
Es el bastión clave donde el kirchnerismo buscará hacer su gran diferencia, habida cuenta de que fue precisamente allí donde más perdió en 2009. En efecto, en el principal distrito del país el FpV hizo una magra cosecha legislativa hace dos años, alzándose sólo con 11 diputados.
Allí el radicalismo renueva 4 diputados, el Frente Peronista 7, el Pro 3, el Gen 2. Ponen en juego un diputado Nuevo Encuentro, la Coalición Cívica, Unidad Popular y dos bloques unipersonales. A una bancada completa se le acaba el mandato: la de Unión Peronista, de Felipe Solá, que se llevó del Peronismo Federal a Raúl Rivara y Roberto Mouillerón cuando el exgobernador ya no se sintió representado por la oposición.
En 2011, el FpV se alzó con 22 escaños, el FAP con 5, Udeso 4, el Frente Popular 2 y Compromiso Federal 2
Extrapolando esos resultados, el Frente para la Victoria duplicaría su cosecha en Buenos Aires, aunque en realidad, arriesga 12, pues se debería sumar a Martín Sabbatella, un aliado incondicional de Nuevo Encuentro.
Catamarca (+ 1)
Otra provincia donde el kirchnerismo podría sumar a su tropa. Allí expone una banca, mientras que el Frente Cívico y Social arriesga dos.
Según el resultado de 2011 -cuando el FpV consiguió las dos diputaciones en juego-, la proporción se revertiría en Catamarca: 2 para el kirchnerismo, uno para el Frente Cívico.
Chaco (0)
El kirchnerismo se alzó con dos bancas en 2009, en tanto que las dos restantes se repartieron entre la UCR y la CC/ARI. En 2011, dos fueron para el FpV y una para la UCR, por lo que el kirchnerismo mantendría sus dos representantes.
Chubut (0)
En esta provincia el kirchnerismo viene quedándose en las últimas elecciones con todas las bancas en juego. En 2009 fueron las dos que ahora expone; en 2011 se quedó con tres. Según ese cálculo, retendría las dos que arriesga.
Ciudad de Buenos Aires (+ 5)
El Pro es el que más expone en este distrito (5) y Proyecto Sur es otra de las bancadas que juega su existencia, pues expone los tres escaños con que cuenta en el Parlamento. El radicalismo sólo arriesga un diputado, nada menos que el jefe del bloque, Ricardo Gil Lavedra, y la Coalición Cívica a sus dos figuras más conocidas, Elisa Carrió y Alfonso Prat Gay. También arriesgan un diputado Nuevo Encuentro y Unidad Popular.
Como se ve, nada expone en Capital Federal el Frente para la Victoria, que en 2011 resultó ganador, alzándose entonces con 5 de las 12 bancas puestas en juego. De acuerdo con ese razonamiento, podría sumar 5 bancas a su cosecha, en el caso de que pudiera dejar atrás al macrismo.
Córdoba (+ 3)
Habrá en juego 9 bancas y el kirchnerismo sólo expone una. En las elecciones de 2009, les fue muy bien al juecismo y al radicalismo, que se quedaron con tres lugares cada una. Córdoba Federal arriesga sus dos lugares.
De repetirse el resultado de 2011, el FpV obtendría cuatro bancas, sumando tres diputados más al bloque oficialista.
Corrientes (+ 1)
Hay 3 bancas en juego donde en 2009 el radicalismo obtuvo dos y el FpV una. En 2011, el Frente para la Victoria ganó tres de las cuatro diputaciones en juego, lo que haría esperar según ese razonamiento que el kirchnerismo podría imponerse dos a uno.
Entre Ríos (+ 2)
La guerra con el campo se vivió en primer plano en esta provincia en 2009. Allí el oficialismo sólo obtuvo entonces una banca, el radicalismo dos, el peronismo disidente una y la Coalición Cívica la restante. En 2011 el FpV se quedó con tres de los cuatro escaños en juego, y según la diferencia esa vez, el kirchnerismo podría cosechar esa misma cantidad.
Formosa (+ 1)
Dos lugares se ponen en juego en esta provincia del norte argentino, y en 2009 se los repartieron entre el kirchnerismo y el radicalismo. En 2011, el FpV se quedó con los tres escaños en juego, lo que sugeriría que el próximo año el oficialismo podría sumar las dos bancas en disputa.
Jujuy (0)
Como en 2011, tres lugares se disputan en la provincia que gobierna Eduardo Fellner. Allí, en las últimas elecciones el kirchnerismo se quedó con dos de las tres bancas en juego, igual que en 2009. Así las cosas, todo quedaría allí como entonces.
La Pampa (+ 2)
En las últimas elecciones el oficialismo y la oposición dividieron en partes iguales las dos bancas en juego, amén de que el kirchnerismo -que concurrió a las elecciones con los símbolos del Partido Humanista- ganó la elección. Esta vez se disputan tres bancas, dos del PJ pampeano que hoy responde al kirchnerismo, pero no integra formalmente el bloque FpV. O sea que esa bancada trocaría dos integrantes plenos por dos aliados, según los resultados de 2011.
La Rioja (0)
En esta provincia se ponen en juego dos bancas el próximo año. En cambio, en 2011 fueron tres, dividiéndose una cada una entre el kirchnerismo, el menemismo -que a la postre eran lo mismo en esta ocasión- y la UCR. Pero un dato no menor es que la banca que expone el oficialismo el próximo año corresponde a Jorge Yoma, un hombre que responde al FpV, pero que ya ha adelantado su rechazo sino a la reforma constitucional, al menos a una re-reelección. De repetirse los resultados del año pasado, el FpV y la UCR se repartirán las dos bancas en juego.
Mendoza (+ 2)
Otra provincia grande que pone mucho en juego, y donde el FpV no tuvo un gran resultado en 2009, alzándose con sólo una de las 5 bancas en juego. En 2011, el Frente para la Victoria consiguió tres de los cinco diputados en disputa, por lo que esta provincia cuyana podría ser otra donde podría sumar el oficialismo en detrimento de la oposición. Tres de las cinco. Allí exponen dos bancas la UCR, una el Frente Peronista (renueva el presidente del bloque, Enrique Thomas) y una el demócrata Omar De Marchi.
Misiones (+ 1)
Hay tres bancas en juego. En las elecciones de 2009, ganó el Frente para la Victoria, que se quedó con dos escaños y el restante fue para el peronista disidente Federico Puerta. En 2011 se disputaban 4 bancas y todas fueron para el kirchnerismo, en sus vertientes FpV y Frente Renovador de la Concordia. De repetirse el resultado, el kirchnerismo debiera ganar todos los escaños en juego el próximo año.
Neuquén (+ 2)
No le fue bien en 2009 al Frente para la Victoria en 2009, que entonces se quedó sin nada. Esa vez había tres bancas en disputa y dos fueron para el local Movimiento Popular Neuquino y la restante para la UCR. En 2011, se repartían dos bancas, que fueron para el MPN y el FpV, con leve ventaja para este último. El FAP entonces resultó tercero, con poco menos de 12 puntos.
Los tres lugares ahora deberían repartírselos el MPN y el kirchnerismo y en función de la leve diferencia a favor del FpV, le asignaremos dos de las bancas.
Río Negro (+ 1)
Habrá aquí dos bancas en disputa el año que viene. En 2009, se las repartieron el FpV y la UCR; en 2011, las tres en juego se las quedó el Frente para la Victoria. De repetirse el resultado, el kirchnerismo se quedaría con las dos.
Salta (+ 2)
Habrá tres bancas en juego el próximo año. Una de Fernando Yarade (FpV), otra de Alfredo Olmedo (Salta somos Todos) y la tercera de Walter Wayar (Frente Peronista Federal), quien está alineado al kirchnerismo, aunque no está en el bloque que conduce Agustín Rossi. En 2011, el kirchnerismo se quedó con las tres bancas en juego, y de repetirse el resultado entonces, podría renovar la banca propia y sumar dos más al bloque oficialista.
San Juan (+ 1)
Igual que en 2011, esta provincia renueva tres bancas el próximo año. En 2009, dos fueron para el kirchnerismo y una la tiene Eduardo Ibarra, del bloque Unión por San Juan. A juzgar por el resultado de 2011, el FpV podría alzarse con las tres bancas que se ponen en juego el próximo año.
San Luis (0)
En la tierra de los Rodríguez Saá, tanto en 2009 como en 2011, ese sector se quedó con todas las bancas. En 2009, tres; en las últimas elecciones, dos. Lo cual induce a esperar la repetición del resultado, el próximo año.
Santa Cruz (+ 1)
Tan mal le fue al kirchnerismo en las elecciones de 2009, que la UCR se quedó con dos de las tres bancas puestas en juego (la tercera fue para la esposa del gobernador Daniel Peralta). Pero en las últimas elecciones, el kirchnerismo se impuso con el 65 por ciento de los votos. Más allá de la crisis que hoy vive esa provincia, que podría deparar un escenario similar al de 2009, el resultado de 2011 induce a pensar en dos bancas para el kirchnerismo y una para la oposición.
Santa Fe (+ 3)
Nueve bancas se disputan en estas elecciones. En 2009 la cosa fue bien repartida, producto de la crisis del campo. El FpV sólo obtuvo dos bancas, que ahora pone en juego, entre ellas la del presidente del bloque, Agustín Rossi. El radicalismo expone una banca, el socialismo otra, la CC/ARI una, el PDP otra más y el peronismo disidente tres, de diferentes vertientes.
El resultado de 2011 le dejó la victoria al Frente para la Victoria, pero el reparto fue parejo: cinco para el kirchnerismo y otras tantas bancas para la alianza encabezada por el socialismo. De repetirse el resultado, 5 diputados serían para el FpV, que recuperaría entonces 3 escaños en su camino a la mayoría absoluta.
Santiago del Estero (0)
Hace rato que en esta provincia el radicalismo kirchnerista viene imponiéndose. En 2009, se quedó con las tres bancas en juego y en 2011 con las 4. Ahora podría mantener así los 3 escaños y todo seguirá igual.
Tierra del Fuego (0)
Hay dos bancas a disputarse en la provincia más austral: una del FpV y otra de Liliana Fadul (Partido Federal Fueguino). En 2011 había tres diputaciones en discusión, que se repartieron en partes iguales entre el kirchnerismo, el Movimiento Popular Fueguino y el Partido Justicialista. Semejante reparto sugiere una réplica para el próximo año, con lo que el FpV mantendría la banca que expone.
Tucumán (0)
En 2009, el FpV se quedó con tres bancas y la UCR con la siguiente. En las elecciones pasadas, se disputaban cinco lugares y cuatro fueron para el kirchnerismo. Así las cosas, el próximo año podría mantener el FpV las tres bancas que expone.
Cámara de Senadores
Ocho provincias renuevan senadores en 2013. Estas son Chaco, Ciudad de Buenos Aires, Entre Ríos, Neuquén, Río Negro, Salta, Santiago del Estero y Tierra del Fuego. El kirchnerismo expone 13 senadores y podría alzarse con 15 senadores.
Chaco (0)
En esta provincia concluyen los mandatos de los kirchneristas Fabio Biancalani y Elena Corregido y del radical Roy Nikisch. Según las legislativas de 2011, debería repetirse la relación: dos para el oficialismo y uno para la UCR.
Ciudad de Buenos Aires (+ 1)
Se renueva en este distrito la elección que ganó la Coalición Cívica en 2007. Sin embargo, a ese partido sólo sigue perteneciendo María Eugenia Estenssoro, ya que Samuel Cabanchik se abrió hace mucho tiempo y formó su bloque unipersonal, que suele ser un aliado eventual del oficialismo. Por el kirchnerismo está Daniel Filmus.
Como partido gobernante en el distrito, el Pro pondrá todo para que no le pase como en 2007, cuando no logró conseguir ni siquiera el senador por la minoría. Dirán que es difícil, por tratarse de este distrito y más en una elección legislativa, pero ateniéndonos al resultado de la elección del año pasado, le otorgaremos al Frente para la Victoria precisamente eso, la victoria a nivel senatorial, concediéndole los dos escaños por la mayoría.
Entre Ríos (0)
El kirchnerismo expone las bancas de Pedro Guastavino y Elsa Ruiz Díaz, quien asumió en lugar de la hoy intendenta Blanca Osuna. La UCR pone en juego al senador Arturo Vera. Según los resultados del año 2011, todo quedaría como salió en 2007: dos para el kirchnerismo y uno para la oposición.
Neuquén (0)
El partido provincial gobernante a nivel local expone la banca de Horacio Lores, quien ha sido un aliado permanente, salvo en la votación de las retenciones móviles (resolución 125), cuando se pronunció en contra. Como todo partido de alcance local, suele irle mal en las presidenciales y mejor en las legislativas. Así sucedió en 2007, aunque justamente ese año uno de los candidatos presidenciales era del MPN, Jorge Sobisch, pero entonces el exgobernador venía muy desgastado. Ese año se eligieron senadores y el kirchnerismo extendió a Neuquén la ola ganadora de Cristina Fernández. El Movimiento Popular Neuquino buscará en estas legislativas revertir el resultado, pero en función de la elección de 2011 le otorgaremos al FpV las dos bancas por la mayoría -renueva las de Marcelo Fuentes y Nanci Parrilli-.
Río Negro (0)
El kirchnerismo expone en esta provincia las bancas de María José Bongiorno y Miguel Angel Pichetto, presidente del bloque oficialista. La UCR lleva a Pablo Verani, y según el resultado de 2011, la relación se mantendría inalterable en 2013.
Salta (+ 2)
Esta es una provincia muy particular, donde el peronismo disidente tiene a los representantes de la mayoría, Juan Carlos Romero y Sonia Escudero, quienes renovaron entonces sus bancas en 2007, cuando el joven Juan Manuel Urtubey sorprendió ganando la gobernación. A seis años de entonces, habrá que ver cual es la negociación que se hace en el peronismo salteño, pero en principio le otorgaremos al FpV las dos bancas que se le asignan a la mayoría.
El representante de la minoría es aquí el renovador salteño Juan Pérez Alsina, habitual opositor al kirchnerismo. Si nos atuviéramos a que el PRS tiene un ala oficialista, el kirchnerismo podría no sólo quedarse con las bancas de la mayoría, sino también con un aliado por la minoría, pero el resultado de 2011 le dio a la UCR el segundo lugar, así que el partido centenario podría quedarse con el lugar restante.
Santiago del Estero (0)
En 2007, el kirchnerismo sonrió con el resultado para senadores. Obtuvo una banca por la minoría (Ana María Corradi de Beltrán) y el Frente Cívico por Santiago se quedó con la mayoría, correspondiendo esos lugares al exvicegobernador Emilio Rached y Ada Iturrez de Capellini. Pero la batalla por la 125 dividió aguas allí y Rached votó contra el kirchnerismo y volvió al redil radical. En función de 2011 y el sentido común, el Frente Cívico debería quedarse con los dos lugares de la mayoría y el FpV el de la minoría. Así las cosas, el kirchnerismo se alzaría con un aliado permanente más.
Tierra del Fuego (+ 1)
Otra provincia donde el FpV puede sumar. Allí, renueva la banca del exgobernador radical, hoy kirchnerista, Jorge Colazo, y los senadores que responden a la gobernadora Fabiana Ríos, y por ende también aliados del kirchnerismo, María Rosa Díaz y Osvaldo López. La repetición de los resultados de 2011 le depararían al FpV los dos senadores por la mayoría, pero el senador por la minoría abre interrogantes. En la elección legislativa de 2011, los resultados fueron muy ajustados: 24,69% consiguió el Frente para la Victoria y el segundo lugar lo pelearon el Movimiento Popular Fueguino (22,54) y el Partido Justicialista (19,12). A la postre, el diputado del PJ fue al bloque del FpV y el del MoPoF es aliado del Gobierno nacional. Encuentro Popular, también aliado al kirchnerismo y donde están hoy los senadores Díaz y López, logró sólo 11,20% y el Partido Social Patagónico de la gobernadora Ríos apenas 7,70%. Conclusión, le asignaremos el senador por la minoría al rubro “aliados permanentes”.
Conclusión
¿Estos cálculos determinan que es posible o no una reforma constitucional? Son, como dijimos, cálculos realizados por Parlamentario para establecer una tendencia. Un dato clave es algo que ya hemos dicho: las estimaciones han sido hechas en base a una elección extraordinaria del Frente para la Victoria, como la del año pasado, y se sabe que las elecciones legislativas no suelen ser tan contundentes.
Pero hemos visto que en ese caso extremo el kirchnerismo podría alcanzar los dos tercios en la Cámara baja. En caso de no alcanzar semejantes cifras, bien podría conseguirlo en base a acuerdos particulares o bien ausencias puntuales.
En el Senado es más difícil, como ya demostró este año el caso Reposo, convertido en caso testigo para todas las hipótesis que se hagan de aquí en más. El bloque kirchnerista podría pasar de 32 a 37 miembros y los aliados supuestamente seguros serían cinco. No alcanzan para los 48, aunque hay que tener en cuenta, como siempre, que hay senadores que suelen estar en la mira del oficialismo, como la pampeana María de los Angeles Higonet y el correntino José María Roldán. Aun así, le faltarían al Frente para la Victoria cuatro votos determinantes.
En caso de prevalecer la idea reformista, deberá pensar el oficialismo entonces en un acuerdo con bloques de la oposición a los que pueda seducir, o incluso indagar dentro del propio peronismo disidente, en el que tal vez podría encontrar los votos faltantes para forzar una reforma constitucional en la que tantos oficialistas se ilusionan.
