Convencido del pasado “cafetero” de su padre colombiano, Chiche Gelblung llamó al diputado Francisco de Narváez para consultarlo al respecto, y el excandidato a gobernador contó en el programa de radio Mitre cual era la relación del mismo con el tema. Según De Narváez, por entonces el café que llegaba a la Argentina era exclusivamente el proveniente de Brasil -“y dicen las malas lenguas que del malo”, apuntó- y así fue que su padre consiguió hacer un contrato con la federación de cafeteros colombianos, y comenzó a introducir el café de ese país en el nuestro. En ese marco entró a tallar el recordado Juan Valdez. “¿De dónde lo sacaron?”, preguntó el conductor, que alguna pista debía tener sobre el tema. “De Tucumán”, respondió el legislador.

Según contó De Narváez, la agencia de publicidad que tomó el desafío de introducir en nuestro país el café colombiano, hizo una encuesta y en ese momento la gente no sabía cómo se producía el café, entonces entendieron que había que contar cómo se hacía y fue entonces que pensaron mostrar a un trabajador de cafetales. “Entones un señor tucumano que daba el perfil, con bigotes, la mula y el atuendo correspondiente fue lo que se usó -comentó-. Fue tan exitosa la campaña que sigue siendo la imagen del café de Colombia en todo el mundo”.

Tal fue el éxito de esa campaña que el sombrero de paja que usa el tucumano Juan Valdez fue elegido en una encuesta el año pasado como uno de los símbolos más reconocidos de Colombia.