El vicepresidente de la Comisión de Educación de la Legislatura porteña, Maximiliano Ferraro, (Coalición Cívica ARI) afirmó que “no se puede contraponer a la ilegalidad y lo antiético la delación, sino que deben actuar las instancias institucionales”. De esta manera se refirió al anuncio del Ministerio de Educación porteño sobre la implementación de una línea 0800 para denunciar actos políticos en las escuelas.

“Tanto la intromisión política partidaria de La Cámpora como el 0800 anunciado por el Ministro de Educación porteño son repudiables, funcionales el uno al otro y no contribuyen en nada a la educación de chicos y jóvenes”, sostuvo Ferraro.

El diputado, consideró que “han habilitado la disputa electoral en nuestro sistema educativo, sin importarles el sentido de la educación y el cuidado y valoración que debe tener la escuela pública”.

“El ministro no puede incentivar la delación”, agregó el legislador porteño y consideró que “hay mecanismos propios ya existentes y las instituciones educativas funcionan con sus docentes, directivos, supervisores y alumnos. No se puede utilizar el Estado para un mecanismo paraestatal”.

Para Ferraro “este tipo de construcciones o acciones en principio identitarias, con una argentinidad y una correlación entre la patria, el peronismo, Néstor Kirchner y Cristina Kirchner, no es ni verdadera ni falsa, es corrupta” y explicó que la corrupción “tiene que ver con el aglutinamiento de jóvenes hombres y mujeres, que en su afán de participación política se encuentran con una organización avasallante”.

Para Ferraro “deberíamos estar discutiendo cómo hacemos para que los chicos no abandonen la escuela secundaria y cómo generamos incentivos para el aprendizaje y no ver a dos ministros lanzados a la compulsa electoral”.

“No criticamos ni juzgamos las posibles acciones de buena fe, de los jóvenes que se encuadren detrás de acciones positivas del Gobierno nacional”, afirmó Ferraro y destacó que “sí, criticamos el total abandono de sus dirigentes y esa noción vacía que habla de ir por todo porque ir por lo que no se puede ir es violar un límite normativo que lo impide, y antes que él un limite ético infranqueable”.