El próximo martes se aprobará seguramente por una amplia mayoría el proyecto que propone la creación de un Fondo para Obras de Infraestructura Social y Productiva de la Provincia del Neuquén, a integrarse exclusivamente con el 50% del muevo endeudamiento solicitado, cuyas obras figuran en un listado adjunto, y que se prevé ejecutar durante el período 2013/16. El objeto principal del proyecto es la autorización para emitir Títulos de Cancelación de Deuda y Financiación de Obras (TIPAFO) por valor de 300 millones de dólares, con títulos de hasta 12 años y emitidos en moneda extranjera o nacional, garantizado con la coparticipación de impuestos nacionales y las regalías energéticas.
La deuda a largo plazo (bonos en poder de particulares y deuda con la Nación) al 31-12-2010 era de $ 2.733 millones, importe que había subido al 31-12-2011 a $ 3.403 millones; es decir, experimentó una suba de 670 millones,
Para evaluar lo que significa la cifra anterior hay que tener presente que los ingresos corrientes de la Provincia suman (año 2011) 8.3281 millones de pesos pero, restado la transferencias (principalmente a las municipalidades), queda disponible 6.676 millones, o sea que la deuda no corriente supera el 50% de los ingresos y la deuda total casi el 70%. Comparándola con el endeudamiento del Estado Nacional, significa el 30% de los ingresos nacionales. Claro, hubo una política desde el 2003 de desendeudamiento por parte del Gobierno Nacional.
Si se realizara la nueva emisión de títulos por 300 millones de dólares (1.380 millones de pesos) la deuda por estos conceptos aumentaría un 40%, subiendo a 4.783 millones de pesos.
En momentos en que la producción de hidrocarburos está declinando (y con ello el producto bruto geográfico de la Provincia) mientras que las posibilidades ciertas de revertir el proceso con la renacionalización de YPF y los descubrimientos de recursos no convencionales llevará un tiempo, con esta política de endeudamiento (especialmente la que se emite en moneda extranjera) está hipotecando el futuro provincial; este panorama no es a largo plazo sino, con la tasa actual de crecimiento del endeudamiento, a un plazo muy corto.
El proyecto prevé la creación de un Fondo para Obras de Infraestructura Social y Productiva y presenta una lista de 167 obras por un total de 687 millones de pesos (la mitad del nuevo endeudamiento). Esto seguramente es lo que “ha convertido” a algunos diputados “no oficialistas” para que el martes levanten la mano. Si se tratara de una inversión para diversificar la matriz productiva de la Provincia, capaz de generar a futuro ingresos genuinos para afrontar los servicios de la nueva deuda, el panorama sería diferente, y seguramente desde el Bloque Encuentro Frente Grande-MUN también estaríamos levantando las manos; pero aquí se trata de proyectos de tipo municipal, necesarios y útiles, pero que deben ser cubiertos por el presupuesto normal (inclusive algunas de las obras ya estaban incluidas en el presupuesto actual).
Por el monto previsto se destacan tres proyectos: la repavimentación en parte de la ruta 7 (36 millones), la interconexión eléctrica de Villa La Angostura (99 millones) y un Hospital en San Martín de los Andes (55 millones). Sin estas tres quedan 164 proyectos que requieren en promedio tres millones de pesos cada uno, lo que da una idea del carácter municipal de los proyectos a financiar. Cabe señalar que el presupuesto correspondiente al año 2011 preveía obras y equipamiento público por la suma de 969 millones de pesos (casi un 50% más que el fondo previsto) pero lo realmente invertido fue de 441 millones, bastante menos que la mitad. Algo similar ocurrió en el 2010 y es de suponer que sucederá también en el corriente año (previsto 901 millones): si se ejecutara el presupuesto presentado por el Ejecutivo y aprobado por la Legislatura, no se necesitaría tal endeudamiento para realizar un buen plan de obras.
En estos momentos en el mercado internacional hay exceso de liquidez y, por lo tanto, tasas de interés muy bajas; las organizaciones financieras están dispuestas a invertir en bonos públicos o privados que le den ciertas garantías (por ejemplo, las regalías hidrocarburíferas), por lo que endeudarse vuelve a ser muy fácil, como lo fue en los años ’70 y ‘90. En ambos casos en nuestro país creció irresponsablemente la deuda pública y finalizo con profundas crisis que debió pagar la población argentina.
La difícil situación económica mundial impide hacer previsiones a largo plazo, por lo que los riesgos del endeudamiento en moneda extranjera (dólares) son muy altos. El gobierno nacional, en función de la experiencia histórica y de esta inestabilidad, ha sido consciente de las consecuencias que trae este endeudamiento fácil y, a pesar de la baja de intereses, se continúa desendeudando y ha puesto trabas al ingreso de capitales “golondrinas” que vienen con el objeto de especular.
El Gobernador Sapag está preocupado y ocupado por su re reelección, ahora lo que no dice… para qué. Si el camino va a ser endeudarse, para poder seguir viviendo de deudas flaco favor le hace a la provincia.
La administración del estado debe ceñirse a las erogaciones autorizadas por el presupuesto anual y debe cumplirlo, especialmente en lo referente a obras y equipamiento público (ejecutar el 100% de lo autorizado). Debe controlar y tratar de reducir los gastos improductivos, en particular los que no tienen efectos multiplicadores en la región. Si existen desfasajes financieros o necesidad de cubrir un déficit, se puede autorizar el uso del crédito, pero en forma razonable y exclusivamente en pesos.

Rodolfo Canini es diputado provincial del Partido Encuentro Mun