Mucho se ha comentado en estos últimos días el rol y perfil más elevado que está adoptando el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, buscando un posicionamiento mucho más sólido de lo que ha tenido hasta hace un tiempo atrás dentro del Gabinete nacional.
De allí es que en el Palacio de Hacienda se ha comentado con insistencia en las últimas horas que este avance de Lorenzino se ha observado con cierto recelo por parte de la ministra de Industria, Débora Giorgi.

“La relación es fluida, pero bueno, siempre hay un poco de internas entre los funcionarios de cualquier gobierno”, atinó a decir un importante colaborador del equipo económico.

Ese mismo asesor pintó un panorama en el cual muestra que Lorenzino está armando su propio espacio con un punto sumamente claro: no entorpecer para nada el trabajo y el poder influencia que tiene el viceministro Axel Kicillof en la Casa Rosada.

“Se sabe que Axel es una persona sumamente importante para la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, que su palabra tiene peso en muchas de las medidas económicas que se adoptan”, agregó el mismo funcionario.

Entendiendo esa situación, Lorenzino comenzó un camino muy paulatino y hábil para posicionarse y el hecho que empiece a tener más exposición mediática ha generado un cambio de actitud de Giorgi.

“No es fácil convivir con funciones parecidas dentro de la administración pública, pero no va a pasar nada extraño”, agregó un funcionario de Industria.

Está claro que el nivel de diálogo e intercambio que pueden tener los ministros en la actual gestión está sumamente limitado al estricto control que se ejerce desde la presidencia.

“Aquí el que da algún paso en falso o pifia una, te mandan a tu casa. No hay margen de error y por eso muchas veces hay cierto temor para hablar o para posicionarse quizás un poco más desde el punto de vista mediático”, acotó el funcionario.

Iniciativa

Por otro lado, desde hace tiempo el Ejecutivo viene trabajando en un proyecto de reflotar lo que en su momento fue el Banco Nacional de Desarrollo (Banade), aunque sin embargo en estos últimos meses la iniciativa quedó congelada.

Parece que ahora habrá movimientos en ese sentido. En el Ministerio de Economía se comentó en estos últimos días que desde esa cartera se sigue analizando la iniciativa, promovida también por el sector privado, especialmente los industriales, y quizás en poco tiempo haya novedades.

“Lo que vemos es que el sector productivo argentino necesita un banco específico para la producción. Es verdad que hay entidades oficiales, como el Banco Nación y los bancos provinciales, pero sin dudas que se necesita una entidad específica que financie la producción”, aseguró un funcionario del gabinete económico.

La idea es intentar llevar adelante un debate sobre esta iniciativa antes que culmine el año legislativo y de allí plantear un fondeo inicial para esa nueva entidad, la cual cuesta con un vasto respaldo de la Unión Industrial Argentina (UIA), de CAME y de algunas entidades del agro, especialmente FAA y CRA.

De todas maneras, quedan muchos recelos en el tintero, ya que la palabra Banade suena muy mal en la historia y en la economía argentina.