Es tiempo de tomar conciencia que el empobrecimiento estructural y el crecimiento de la inseguridad en la provincia de Buenos Aires, no surge por variables sorpresivas, sino que es un proceso que lleva casi una década.

En los últimos años, fueron relegados los intereses y el bienestar de sus habitantes, por la subordinación a las directivas políticas del Poder Ejecutivo Nacional. Como consecuencia de ello, sólo en el primer trimestre de 2012 el déficit bonaerense ya había alcanzado los $1.893 millones, monto que siguió acentuándose aceleradamente con el paso de los meses. El gobierno provincial solicitó entonces al Gobierno Nacional 2.800 millones de pesos para cumplir con la impostergable obligación de abonar en tiempo y forma el medio aguinaldo a 500.000 trabajadores públicos. Luego de una tensa situación, este último, decidió, concederle una ayuda extraordinaria, de 1.000 millones de pesos.

La Provincia de Buenos Aires está deficitaria debido a un profundo desequilibrio estructural.

Para mayores datos de la inequidad distributiva, basta señalar que la provincia aporta el 37% de la recaudación nacional y recibe el 19,5% en concepto de coparticipación federal. Es la jurisdicción que menos recibe per cápita. Las provincias argentinas en su conjunto, reciben $4.475 por habitante, mientras que Buenos Aires, tan solo $ 1.471

Resulta inexplicable que siendo los bonaerenses, los que realizan el mayor aporte a la economía nacional, sean los que menos reciben por habitante, en concepto de redistribución de recursos fiscales.

Es importante destacar, que el desequilibrio estructural, se profundiza con la detracción del 15% de la masa coparticipable establecida para financiar el bache previsional ocasionado por las reformas de los años 90, que luego fue sistemáticamente prorrogada por el Gobierno Nacional. A partir de la estatización del sistema previsional perdió fundamento y se debería haber repuesto a las Provincias lo que se había detraído, eso no se hizo y a la Provincia de Buenos Aires le significo aproximadamente $ 10.000 millones de pesos anuales.

Además es altamente valorable la actitud de todas las fuerzas políticas opositoras en el Parlamento Provincial, que decidieron recurrir a la justicia y debatir en su seno la renuncia al aporte del 15% de coparticipación, al igual que otras provincias.

Si el Gobierno Provincial no quiere, o no puede hacerlo deberán asumir ese compromiso las fuerzas opositoras en defensa de los bonaerenses.

También contribuyen al deterioro de las finanzas públicas, la escasa participación en el fondo sojero, y el irrisorio porcentaje que se le asigna por el impuesto al cheque.

El Fondo de Reparación Histórica del Conurbano, que en su momento fue decisivo para la recuperación de la infraestructura bonaerense, fue congelado en 650 millones de pesos, y de haber continuado el procedimiento de su creación, hoy la provincia de Buenos Aires percibiría 12.000 millones de pesos anuales. Es paradójico que actualmente algunas provincias reciban del fondo, más que la propia Provincia de Buenos Aires.

Por lo tanto, se impone profundizar este debate, en dirección a un amplio acuerdo de todas las fuerzas políticas, para la recuperación de su equilibrio.

Alfredo Atanasof es diputado nacional por el Frente Peronista