En su paso por el Tribunal, el exjefe de Gabinete de la gestión delarruista contó una reunión que mantuvo con Antonio Cafiero, en la que el exsenador le expresó sus sospechas del pago de sobornos.
Rodolfo Terragno pasó por el Tribunal Oral Federal 3 en cuyo marco se desarrolla el juicio por los supuestos sobornos, y contó que el expresidentes Fernando de la Rúa no atendió las denuncias sobre el supuesto pago de sobornos para aprobar la reforma laboral.
Según contó el exfuncionarios, “el presidente lo desestimó, De la Rúa dijo que Cafiero tenía temor de ser acusado si ese rumor proseguía”.
Terragno comentó que desde enero de 2000, a pedido del entonces titular de la SIDE Fernando de Santibañez, comenzó a debatirse la firma de un decreto para reasignar presupuesto y dar al organismo 50 millones de pesos más que lo destinado inicialmente. Dijo que lo fue a ver y ante el pedido le reclamó un memo, ante lo cual le aclaró que “todo era secreto”. Cuando avanzó la iniciativa, finalmente se otorgó una partida extra de 30 millones pero él se negó a firmar el decreto porque pedía que se diera a publicidad y De la Rúa se negaba.
Recordó el exlegislador radical que “el 30 de junio de 2000 Cafiero lo llamó, le pidió una reunión y ya en su casa al día siguiente le dijo que estaba convencido, por conversaciones con otros senadores, del pago y de que la versión de Joaquín Morales Solá era correcta, que había habido sobornos y me pedía trasmitirlo al presidente. Lo hice y el presidente lo desestimó”.
Señaló Terragno que “De la Rua dijo que Cafiero tenía temor de ser acusado si ese rumor proseguía y quería cubrirse por una posible imputación”.
Paralelamente se produjo el conflicto por la reasignación de fondos de la SIDE cuando “De Santibañes me dijo estar en una situación desesperante, que él no tenía ni computadora ni Internet, que su antecesor (Hugo Anzorreguy) se había preocupado por relaciones internacionales con la CIA y el Mossad, por ejemplo, pero había desestimado lo interno y la SIDE estaba desprotegida”. Según contó, él quería dar a publicidad la reasignación de la partida y “como el decreto decía archivar y no difundir me negué a firmarlo”.
En julio de 2000 partió de viaje a España en función oficial y luego el Presidente lo llamó para pedirle que fuera a Lisboa a representarlo en una reunión a la que no podía asistir. A su vuelta el decreto había sido firmado por el entonces ministro de Interior, Federico Storani.
