El camionero criticó al diputado oficialista por no haberle avisado que los dictámenes sobre la Ley de ART ya estaban firmados. Sin embargo, Recalde ratificó que disiente con la iniciativa del Ejecutivo y que se pueden introducir modificaciones en el recinto. Antonio Caló y Hugo Yasky, de la CGT y CTA oficialistas, no concurrieron a la reunión.
Con durísimos cuestionamientos al proyecto de reforma de la Ley de ART, la CGT moyanista y la CTA de Pablo Micheli renovaron sus críticas al Gobierno nacional, al que acusaron de “no ser peronista”, de estar en contra de “las necesidades de los trabajadores”, y de continuar como en los 90 con la defensa de “grandes corporaciones”.
Acompañado de un nutrido grupo de sindicalistas, Hugo Moyano abrió el debate en la reunión conjunta de las comisiones de Legislación del Trabajo, de Presupuesto y de Legislación General que comenzó con pocos diputados kirchneristas y terminó con la única presencia de los legisladores opositores y de entidades invitadas.
En este marco, el camionero hizo público su malestar por la exclusión de “los trabajadores” en el tratamiento del proyecto impulsado por el Ejecutivo, y, además, se quejó de que los hayan invitado a una debate cuando los dictámenes ya estaban firmados.
“Pensé que en la comisión teníamos un hombre nuestro que defendía a los trabajadores. No podés ser tan servil al poder y no habernos avisado ¿Nos invitaron para decirnos que estaba todo cocinado?”, le enrrostró Moyano al titular de Legislación del Trabajo, Héctor Recalde (FpV). Pocos minutos antes, el camionero había manifestado su deseo para que Recalde continúe como asesor legal de la CGT.
El diputado oficialista no se quedó callado y le contestó a pesar de las interrupciones de los cegetistas. En síntesis, Recalde ratificó que firmó un dictamen de minoría, en disidencia al de su bloque, que “es el que aprobó la CGT”. Además insistió en que “el tratamiento parlamentario no termina en la comisión” ya que se pueden introducir modificaciones en el recinto.
Pero Moyano no se conformó y encabezó la retirada. “No queremos prestarnos a un circo”, dijo, y advirtió que “nadie que se diga peronista puede acompañar este proyecto” del Ejecutivo.
“¿Por qué un proyecto que tiene que ver con los derechos humanos, de la recuperación de la vida, no merece un tratamiento democrático y participativo como con la Ley de Medios?”, se quejó el secretario de Derechos Humanos de la CGT y exdiputado kirchnerista, Julio Piumato.
Sin éxito, la peronista disidente Graciela Camaño y la juecista Graciela Villata le pidieron a la CGT y la CTA que utilicen la reunión “para reafirmar que hay debate”.
Los pocos diputados del Frente para la Victoria que habían concurrido al plenario se retiraron cuando Piumato recriminó la “obediencia debida” de los legisladores oficialistas.
Hablamos de los presidentes de las comisiones de Presupuesto y de Legislación General, Roberto Feletti y Luis Cigogna, respectivamente; de Marcos Cleri de La Cámpora; y de Edgardo Depetri de ATE. El único que permaneció en su silla fue el sindicalista de la UOM Carlos Gdansky.
La comisión también esperaba las exposiciones de los líderes de la CGT y la CTA oficialistas, Antonio Caló y Hugo Yasky, respectivamente, pero no asistieron. El primero nunca confirmó su presencia y el segundo envió una carta señalando que no tenía sentido el debate cuando “el trámite parlamentario ya estaba avanzado”.
