El 17 de Octubre es un fecha de gran relevancia para los Peronistas, pero también un hito histórico que está destinado a ser asumido como propio por todos los militantes de la Causa Nacional y Popular, por encima de su identificación partidaria. Porque el verdadero protagonista es el pueblo que sale a la calle a exigir la libertad del General Juan Domingo Perón, pero fundamentalmente a defender el proyecto político, económico y social que el encarnaba, y que recogía los sueños y aspiraciones de una masa de trabajadores y sectores marginados olvidados por las elites que conducían los destinos nacionales hasta ese momento.

Ese acontecimiento recogió la lucha de nuestros gauchos y criollos por la independencia al mando de San Martin, Belgrano, Güemes, Juana Azurduy, y tantos otros que ofrecieron su vida y tranquilidad por la construcción de una Patria libre e independiente, retomo las banderas Federales de un interior olvidado como lo hicieron los caudillos que se pusieron al frente de sus pueblos para garantizar el progreso de sus tierras, hizo propio el nacionalismo de Juan Manuel de Rosas y su convicción de una Nación Soberana que tomara sus propias decisiones y decidiera sobre sus recursos, y también el ímpetu militante de un Yrigoyenismo que lucho por ampliar las bases de participación popular frente al poder conservador.

El Peronismo se inscribe en la línea histórica Nacional y Popular, por eso mantiene su vigencia, y tomando el ejemplo del General Perón y su inseparable y más leal compañera, Evita, que enfrentaron al poder económico y las corporaciones que los representaban en defensa de los intereses populares, hoy continua la lucha contando con la lealtad inconmensurable del pueblo sufriente de la Argentina que sabe que solo podemos alcanzar una Patria socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana de la mano de un gobierno que rescate la tradición histórica de los movimientos populares.

La lealtad no se proclama, se la ejercita. Y el recuerdo del General Perón y Evita solo adquiere un verdadero sentido si nos comprometemos a defender la línea Nacional y Popular que hoy encarna la Presidenta, Compañera Cristina Fernández de Kirchner, porque no está en juego un partido político sino la concepción misma de la patria, si queremos la Argentina para unos pocos y poderosos o construimos la casa grande con igualdad y equidad. Las diferencias circunstanciales no pueden confundirnos, los militantes de la causa popular debemos estar del mismo lado aunque militemos en espacios distintos, para ser leales con nuestro pensamiento, nuestras ideas y nuestra historia. Un pueblo consciente de su destino histórico es imparable, decía el General Perón, por eso no podemos claudicar.

La lealtad popular es un juramento sagrado de un pueblo que acompaña a los líderes que lo interpretan y defienden, por eso en sus corazones no se olvidan de Juan Perón ni de Evita, y cada 17 de Octubre renuevan el compromiso con aquellos que retoman esas banderas y las llevan flameantes a la victoria.