Se cumplen dos años de la partida del querido compañero Néstor Kirchner. Para todos los que formamos parte de este espacio político, esta fecha se tiñe de sensaciones encontradas. Por un lado, nos invade la nostalgia marcada por la ausencia, pero por el otro transformamos esta fecha en un profundo acto de amor a la militancia, a esa vocación transformadora que Néstor impuso como forma de construcción política desde que llegó a la presidencia el 25 de mayo de 2003.

Y también recogemos y extendemos su legado. Lo hacemos con la convicción de mantenernos en la dirección que él nos fijó con sus acciones. Lo hacemos además con la certeza de que su máxima aspiración fue siempre profundizar este modelo nacional y popular, enfrentando a quienes históricamente se han opuesto al progreso del conjunto de la sociedad.

Alguna vez, Néstor leyó un hermoso poema de Joaquín Enrique Areta (militante desaparecido durante la última dictadura), en el que expresaba el deseo de ser recordado “por haber hecho caminos, por haber marcado el rumbo”. Los miles de jóvenes militantes que durante estos últimos años recuperaron la alegría y la esperanza en la política, saldrán a las calles a conmemorar el segundo aniversario de tu partida. Este es el más claro ejemplo de que tu deseo es y será cumplido.

Queda para el futuro un desafío central. Los jóvenes tienen por delante la difícil tarea de continuar y profundizar la construcción de una patria cada día más justa e inclusiva, para que Néstor y tantos otros que formamos parte de este proyecto nacional podamos dar cuenta de que hemos cumplido con nuestro deber frente a la sociedad.

Néstor: a dos años de tu partida, nuestro recuerdo se aleja para siempre del olvido que, como dice el poema de Areta, resulta “el más duro castigo”. Y en cambio se acerca para siempre a todos los argentinos que “se sintieron queridos, protegidos y ayudados”, de quienes interpretaste “sus ansias” y canalizaste “su amor”.

María del Carmen Bianchi. Diputada Nacional FpV-Capital Federal