En un discurso firme, Anabel Fernández Sagasti sostuvo que “hay que llenar a la democracia de participación, porque sino se vuelve una democracia burguesa”. La diputada rebatió los argumentos del Pro y el FAP, mientras que Leonardo Grosso, del Movimiento Evita, resaltó la lucha juvenil y la figura de Néstor Kirchner.
La diputada Anabel Fernández Sagasti (FpV) fue una de las encargadas de darle voz a la posición de la agrupación La Cámpora sobre la reforma electoral que habilita el voto a partir de los 16 años.
“Este Congreso vuelve a ser protagonista de una ampliación de derechos”, arrancó. Con firmeza, Fernández Sagasti sostuvo que “la democracia no es un concepto vacío, hay que llenarla de participación, porque sino se vuelve una democracia burguesa”.
“Este es un debate que se debía la Argentina”, consideró la diputada, quien no ahorró críticas a las bancadas opositoras y dedicó un párrafo aparte al Pro y al FAP.
“Los del Pro quieren destruir el modelo de país de las mayorías –lanzó-, las escuelas tomadas no son porque los pibes son irresponsables, sino porque están comprometidos en el presente y futuro de este país”.
Sobre el interbloque FAP, opinó que debería llamarse “Frente Apolítico, porque abstenerse es negar la política”.
Además, opinó que “el voto obligatorio es una falta de respeto a la inteligencia de los pibes que militan a lo largo y ancho de toda la Argentina”, y acusó a la oposición de tener una “postura antidemocrática, la misma de los medios concentrados de comunicación”.
Su par de bancada, María Luz Alonso, coincidió en que "este es un triunfo de la democracia y del pueblo argentino".
Por su parte, el líder del Movimiento Evita, Leonardo Grosso, reivindicó durante su discurso a Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, así como también a la estudiante desaparecida en la Noche de los Lápices, Claudia Falcone.
Por último, hizo suya una frase del expresidente Néstor Kirchner: “Cuando la juventud se pone en marcha, el cambio es inevitable. Los pibes vinimos para quedarnos”, finalizó.