“El sorprendente y durísimo fallo del juez de primera instancia de Nueva York, Thomas Griesa, es de imposible cumplimiento para el gobierno argentino”, sostuvo el diputado nacional y extitular del Banco Central Alfonso Prat-Gay, para quien “cumplirlo implicaría no sólo violar una Ley Nacional (la 26.017, conocida como Ley Cerrojo), sino también realizar un pago adicional compensatorio a los bonistas que entraron al canje por un monto que consumiría casi todas las reservas disponibles del Banco Central”.

El titular del bloque de la Coalición Cívica recordó que el juez Griesa sugiere “un curso de acción impracticable. Pagarles a los bonistas que quedaron fuera del canje en los términos que exige el fallo es sencillamente imposible. Adicionalmente, como su sentencia prohíbe pagarles a los que sí entraron al canje sin antes pagarles a los litigantes, Griesa está empujando a Argentina a no honrar estos bonos reestructurados – por un monto equivalente al 22% del total de la deuda pública nacional”.

¿Qué hacer ante esta situación? Para Prat-Gay, el mejor curso de acción es demostrarle a Griesa o a las instancias superiores que el fallo es perjudicial para todos los actores involucrados -deudor y ambas clases de acreedores-. “Hacerles ver que lo máximo que puede ofrecer Argentina a los demandantes es lo que aceptaron quienes ya entraron al canje -sostuvo-. Y aunque cueste, reconocer ante las cortes norteamericanas que dichas condiciones fueron extraordinariamente generosas en comparación con otras reestructuraciones soberanas”.

Para el legislador nacional porteño, “de nuevo el relato se choca, así, con la realidad. Resolver el problema definitivamente requiere abandonar el triunfalismo y la mentira con que el kirchnerismo encaró desde el primer momento la renegociación de la deuda. Ni hubo una quita del 75% ni solucionamos el default. Griesa y la Fragata Libertad son un triste recordatorio”.