En paralelo, ambas Cámaras aprobaron sobre tablas un proyecto de declaración planteando su disconformidad con la determinación del juez neoyorkino. En Diputados, el texto obtuvo 129 votos, mientras que en el Senado las adhesiones sumaron 41. La iniciativa autoriza a los presidentes de ambos Cuerpos a solicitar una declaración de certeza ante la Corte.
En ambas Cámaras del Congreso, el Frente para la Victoria logró aprobar sobre tablas una resolución declara la “gravedad institucional” del fallo –finalmente apelado- del juez neoyorkino Thomas Griesa, que le impone a Argentina, al 15 de diciembre, un pago de más de U$S 1.300 millones a los tenedores de bonos que “voluntariamente decidieron no entrar en el canje de deuda”.
El texto indica que la determinación de Griesa “desconoce el procedimiento de reestructuración y cancelación de deuda propuesto por el Gobierno” nacional.
Por eso, la iniciativa autoriza a los presidentes de ambas Cámaras del Congreso (Amado Boudou y Julián Domínguez) a solicitar una declaración de certeza ante la Corte Suprema de Justicia para que “el Máximo Tribunal disponga que los tenedores de bonos aún no reestructurados no reciban mejores condiciones que los términos del canje 2010”.
La discusión en Diputados
En el caso de Diputados, el oficialismo se trenzó en una discusión con algunos bloques opositores, como el Pro y el Frente Peronista, que se oponían a dar los dos tercios necesarios para habilitar la votación sobre tablas.
Los diputados se metieron de lleno en una ardua discusión durante un cuarto intermedio en las bancas, que se extendió durante casi media hora. El oficialismo logró finalmente habilitar el tratamiento de los proyectos sobre tablas con 184 votos, mientras que 32 diputados se opusieron al debate.
El proyecto de resolución obtuvo 129 adhesiones y 65 rechazos, venidos de la oposición. Los diputados del interbloque FAP y del bloque que lidera Felipe Solá sumaron 22 abstenciones.
Roberto Feletti (FpV) consideró que el fallo del juez Griesa “altera las bases y condiciones aceptadas por el 93% de los bonistas que convalidaron la propuesta de pago de Argentina”.
El diputado repasó los procesos de reestructuración de deuda a lo largo de los últimos años y sostuvo que en ésta, la tercera etapa, “por primera vez es acompañada por un pico de crecimiento económico de 8% anual sin consecuencias gravosas para el pueblo argentino”.
Por el contrario, Claudio Lozano (Unidad Popular) apuntó al “fracaso de la estrategia oficial” en el pago de la deuda. Sostuvo que, desde 2003, “hemos pagado más que nunca” y “a pesar de esto, nuestra deuda no baja de los 220 mil millones”. Fernando “Pino” Solanas coincidió en que “la deuda es imparable”.
Por su parte, el radical Ricardo Gil Lavedra aclaró que su bloque habilitó el tratamiento del proyecto “para no entorpecer y no colocar ninguna piedra”, pero reconoció “no entender a qué apunta” la declaración de “gravedad institucional” del fallo.
Más aún, se mostró en contra de al declaración de certeza por parte de los presidentes de ambas Cámaras, ya que “no es el Congreso” el que debe dirigirse al juez. “Cualquiera sabe que la estrategia de un juicio no se discute en un Congreso”, coincidió el macrista Federico Pinedo, quien por eso lamentó “que otros bloques de la oposición hayan habilitado este debate”. “Pino” le respondió que “si este Congreso no está para discutir la deuda, este Congreso es absolutamente inconstitucional”.
“No podemos ser indiferentes al modo como el Gobierno pretende llevar adelante su estrategia”, advirtió Gil Lavedra. A pesar de ello, coincidió en que “la decisión de Griesa es insostenible” porque, de acatarla, “se caería todo el proceso de reestructuración de deuda” de nuestro país.
Al cierre de la discusión, el jefe de la bancada oficialista, Agustín Rossi, sintetizó que la renegociación de la deuda “fue y es claramente un éxito, aunque muchos eran escépticos allá en 2005”, cuando tuvo lugar el primer canje.
“Nos hicimos cargo de la deuda como nos hicimos cargo de los bonos que se habían emitido para saldar la cuestión del corralito y el corralón”, explicó Rossi, y agregó que “este Congreso no tenía que estar ausente de esta situación de gravedad institucional que significa el fallo del juez Griesa”.
Por último, aseguró que “el Gobierno argentino no equivocó el camino” y destacó el 76% de la deuda saldado en el primer canje, y el 93% del segundo.
La votación en el Senado
En el Senado, el Frente para la Victoria consiguió, con la ayuda de bloques aliados, 41 adhesiones. Hubo 19 rechazos, del radicalismo y el peronismo disidente, mientras que los cuatros integrantes del FAP se abstuvieron.
El titular de la bancada oficialista, Miguel Ángel Pichetto, insistió sobre el compromiso de los tres poderes del Estado para acompañar la política de desendeudamiento encarada por el kirchnerismo.
Además, aseguró que “no puede haber un marco de privilegio en un proceso de consolidación de deuda” y que si el fallo queda firme, de cualquier manera, “Argentina no podría cumplirlo”. El legislador rionegrino también instó al acompañamiento de sus pares y a enviar un mensaje político consolidado.
Desde el radicalismo, Ernesto Sanz encabezó el rechazo del bloque por no ser “el mejor camino”, aunque aclaró que “el fallo es desmesurado y muy peligroso para el país”. En respuesta a Pichetto sobre la política de Estado, dijo que la misma “termina cuando se paga el 100 por ciento” de la deuda.
Por su parte, el jefe de la bancada del peronismo disidente, Adolfo Rodríguez Saá, explicó en el recinto que “en la renegociación se aceptó que la Justicia de Nueva York tenía que resolver cualquier controversia o discusión”. “Se tuvieron los más elogiosos conceptos sobre este tema, y creo que ahora estamos en un problema gravísimo”, consideró.
