El pleno de la Cámara alta aprobó este miércoles, sobre tablas, un proyecto de resolución impulsado por el Frente para la Victoria (FpV) que reviste de “gravedad institucional” el fallo del juez norteamericano Thomas Griesa en cuanto al pedido de los denominados “fondos buitre”.

La iniciativa autoriza a los presidentes de ambas Cámaras (Amado Boudou y Julián Domínguez) a solicitar una declaración de certeza ante la Corte Suprema de Justicia para que “el Máximo Tribunal disponga que los tenedores de bonos aún no reestructurados no reciban mejores condiciones que los términos del canje 2010”.

A la hora de la votación, el proyecto consiguió 41 adhesiones -del FpV y aliados-, 19 rechazos y cuatro abstenciones.

La oposición de la iniciativa se dio por las posturas del radicalismo y del peronismo, mientras que las cuatro abstenciones fueron del Frente Amplio Progresista (FAP).

El titular de la bancada oficialista, Miguel Ángel Pichetto, volvió a insistir sobre el compromiso de los tres poderes del Estado para acompañar la política de desendeudamiento encarada por el kirchnerismo. Además aseguró que “no puede haber un marco de privilegio en un proceso de consolidación de deuda” y que si el fallo queda firme, de cualquier manera, “Argentina no podría cumplirlo”. El legislador rionegrino también instó al acompañamiento de sus pares y a enviar un mensaje político consolidado.

Desde el radicalismo, Ernesto Sanz señaló el rechazo del bloque en cuanto a dicha iniciativa por no ser “el mejor camino”. Aunque aclaró: “El fallo es desmesurado y muy peligroso para el país”. En respuesta a Pichetto sobre la política de Estado, dijo que la misma “termina cuando se paga el 100 por ciento”.

Por su parte, el jefe de la bancada del peronismo disidente, Adolfo Rodríguez Saá, explicó en el recinto: En la renegociación se aceptó que justicia de Nueva York tenía que resolver cualquier controversia o discusión. Se tuvieron los más elogiosos conceptos sobre este tema, y creo que ahora estamos en un problema gravísimo”.