– ¿Qué pasa con el proyecto para incorporar las técnicas de fertilización asistida al Programa Médico Obligatorio? ¿Por qué no fue sancionado este año por el Senado?

– En realidad, a esta altura, las explicaciones del debate sobre la sanción en el Senado las tendría que dar el oficialismo, donde hay profundas contradicciones, ya que la iniciativa ya fue aprobada en el ámbito de Diputados, y en el Senado hay iniciativas de varios senadores. Nosotros realizamos una audiencia pública y hay dictamen de las dos comisiones que la trataron. Incluso ha habido senadores del Frente para la Victoria que han militado la ley. No hay ninguna explicación. Esto demuestra la improvisación o la falta del diálogo entre el bloque de diputados del Frente para la Victoria y el del Senado.

– El oficialismo ha dicho que hay que esperar a sancionar en nuevo Código Civil para luego abordar esta ley, ¿es válido este argumento?

– No, no tiene nada que ver con el Código Civil. La provincia de Buenos Aires tiene una ley de fertilización asistida que funciona. No podemos seguir fomentando esta inequidad entre las personas que pueden acceder a este tratamiento y las que no. La Organización Mundial de la Salud ya ha dicho hace tiempo que la infertilidad tiene que ser considerada una enfermedad.

– ¿Hay una cuestión de presupuesto en las trabas a este proyecto, o es una cuestión netamente política?

– Es una decisión política de la presidenta y de Juan Manzur (ministro de Salud) de no tratar el tema. Esto es porque las prepagas y algunos gobiernos provinciales no quieren abonar los tratamientos de fertilización. El Gobierno se apropia de 14 mil millones de pesos de las obras sociales que surgen del aporte de los trabajadores. Es una falta del Congreso con quienes vienen militando.