La Legislatura de la provincia de Buenos Aires convirtió en ley un proyecto presentado por el ex diputado provincial Gabriel Villegas que de ahora en adelante regulará la actividad conocida como “paintball” en el territorio bonaerense.

El juego de guerra llamado también Speedball, Recball, Xtreme, Rec Ball, y considerado incluso por algunos asiduos participantes como un deporte, no está encuadrado actualmente en ninguna legislación que regule quiénes pueden participar, dónde y bajo qué normas de seguridad que preserven la integridad física de los jugadores.

A partir de la sanción de esta norma, la actividad estará prohibida para menores, ya sea que se realice bajo techo, al aire libre o en cualquier otra forma.

En tanto, la propuesta incluye también que los mayores que quieran participar, deban antes obtener un permiso otorgado por el Ministerio de Justicia y Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, o la dependencia que el Poder Ejecutivo designe. “Para el otorgamiento del permiso las personas deberán contar con los mismos requisitos que para la tenencia de armas de fuego”, sostiene el proyecto.

En la actualidad NO están controlados ni habilitados los lugares utilizados para esta práctica, y en muchos casos, se trata de sitios tomados, como el de Pilar donde se produjo una muerte tras caer un participante por el hueco de un ascensor en lo que en realidad era una fábrica abandonada y que ya había sido clausurada en reiteradas oportunidades por la Municipalidad.

Las armas que se utilizan en estos lugares están reguladas por el RENAR, pero no se sabe quiénes son los que alquilan los equipos, hasta podrían ser delincuentes que utilizan esto como entrenamiento para luego cometer ilícitos.

Hay lugares que son fijos, pero otros se adaptan según los requerimientos de los participantes. Pueden encontrarse batallas que simulan la toma de un aeropuerto; de una fábrica, de un regimiento de artillería, y hasta la supervivencia en un campo durante 48 horas (extremo). En Moreno hay dos colectivos y el objetivo es la toma de colectivos o de una casa.

Para el autor de la norma, el dirigente massista, Gabriel Villegas, otro tema que no es menor es que hay participantes cuyo rol es el de francotiradores, y disparan a una distancia de 120 metros de su objetivo.

“Muchos dicen, ‘En Estados Unidos lo practican desde el año 1976’ y yo digo ‘también en Estados Unidos cada año aparece un caso de un joven que entra a una escuela a matar a mansalva o un francotirador que apunta a cualquier transeúnte’, y no quiero eso en mi país o al menos en la provincia de Buenos Aires donde puedo intervenir como legislador”, remarcó Villegas.

No obstante, el ex legislador aseguró que “este proyecto no va a cambiar el índice de inseguridad ni lograr que haya menos delincuentes, pero sí apunta a que en la provincia haya un marco regulatorio y sobre todo, se proteja a los menores”.