El diputado Juan Pedro Tunessi sostuvo que “en lo que ya parece ser un clásico del kirchnerismo, finalizando el año se vuelven a resignar partidas y gastos por más de 50 mil millones de pesos, sin la mínima participación del Congreso. Mediante el dictado del DNU 2436/12, el oficialismo vuelve a actuar con absoluta discrecionalidad y sin sujeción a ningún tipo de controles, en este caso no para repartir a su antojo una mayor recaudación por subestimación de las metas, sino incrementando el déficit fiscal, llevando las cuentas públicas del año a un rojo del orden de los 60 mil millones”.

Tunessi, integrante de la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo, organismo parlamentario encargado de considerar los DNU, denunció como “una práctica aberrante del Gobierno, sortear deliberadamente al Congreso, aun cuando el oficialismo cuenta con mayorías holgadas que le permitirían un trámite rápido y seguro para modificar el presupuesto”.

“Uno se pregunta ¿para qué la parodia anual de discutir un presupuesto, que todos sabemos de antemano no será respetado en lo más mínimo?”, agregó el legislador radical, para quien “mediante este DNU que autoriza la emisión de deuda interna dejando papelitos en el Banco Central para gastar a discreción, se advierten recortes y ahorros en los rubros sociales, un desmesurado aumento de los subsidios indiscriminados a los servicios públicos, a Aerolíneas, a Fútbol para Todos y al pago de la creciente factura de energía importada. Se ahorra en la Asignación Universal por Hijo y también en asignaciones familiares por falta de actualización de los salarios conforme la inflación”.

Tunessi consideró entonces que “este es el modelo progresista que se pregona: gasto público ineficiente, creciente déficit y derroche demagógico y electoralero”.

“Desde la UCR denunciamos esta práctica, no sólo por antidemocrática y autoritaria, sino porque relega el presupuesto y la asignación de los recursos del estado, a un ámbito de absoluta obscuridad y falta de trasparencia. Naturalmente después no nos quejemos de la corrupción, si no se permite el mínimo control sobre como asignar y gastar los recursos públicos”, dijo.

“El dictado de un DNU rehaciendo prácticamente el presupuesto, no sólo es una burla al sistema republicano, sino que constituye un inaceptable acto de corrupción política”, concluyó Tunessi.