Tal posibilidad será propuesta a la justicia norteamericana por el Gobierno argentino y luego deberá ser aprobada por el Congreso de la Nación. Al respecto, el senador Sanz aclaró que deberá ser bajo las mismas condiciones propuestas en las anteriores aperturas del canje.
El senador Ernesto Sanz anticipó que el radicalismo apoyará en el Congreso la reapertura del canje, si el Gobierno lo propone y si las condiciones son las mismas que las propuestas para los demás bonistas en la última apertura del mismo.
Según Ernesto Sanz, “la realidad le ganó a las bravuconadas del Gobierno; no hay que olvidarse que este Gobierno dijo durante mucho tiempo no iba a pagar un centavo”, y aclaró que “más allá de que uno pueda compartir la calificación en torno a los fondos buitre, no dejaba de ser una bravuconada del Gobierno que se chocaba con la realidad”.
“Hoy la realidad impone una decisión inteligente, y la decisión inteligente es reabrir el canje para no pagar ni un centavo más de lo que se le pagó a los bonistas que ingresaron hace 6 o 7 años, con lo cual estoy adelantando que ya lo dijimos desde el partido, que cuando llegue esto al Congreso, nosotros no tendríamos problemas en acompañarlos”. Empero, aclaró que eso será “en la medida en que esa sea la norma: la reapertura en las mismas idénticas condiciones que los bonistas originales”.
En declaraciones a radio El Mundo, Sanz aclaró que estaba dando una opinión personal que debía ser corroborada orgánicamente en el seno del partido, pero por lo conversado informalmente hace un mes, cuando el tema salió a la luz, insistió: “En la medida en que la reapertura del canje no implique condiciones más gravosas para el país, es decir sea en las mismas condiciones que fue el canje original, nosotros no tenemos problemas, porque obviamente el tema de la deuda hay que resolverlo hasta el último centavo”.
El senador mendocino cuestionó de paso lo que consideró “bravuconadas” del Gobierno y cuestionó “la construcción de un relato artificial que no tiene que ver con la realidad y que más temprano que tarde se da de bruces con la realidad”. En ese sentido aseguró que cuando desde la oposición se hablaba de resolver el cien por ciento de la deuda con los mismos argumentos que en el comienzo, “no era para favorecer a los fondos buitre, sino porque son temas a resolver, esté quien esté del otro lado”.
“El Gobierno está claro que a esta altura ha hecho de la construcción de enemigos artificiales una manera de hacer política, pero se le está agotando, no le quedan muchos enemigos. Bueno, ahora tenemos una novedad: los enemigos están dentro del PJ, según el discurso de la presidenta”.
Al respecto se refirió a las expresiones presidenciales que apuntaron hacia el seno del peronismo por la organización de saqueos, y recordó que al escucharla “inmediatamente hice un tweet que me salió del alma, donde valoré la sinceridad de la presidenta”, señalando que “por primera vez desde el PJ reconocen lo que hicieron con los gobiernos de Alfonsín y De la Rúa. Más allá de la intencionalidad que pueda tener la presidenta, a esta altura de mi vida no pienso meterme en las internas del peronismo, pero la sinceridad de reconocer desde el propio peronismo que en el 89 y en el 2001 más allá de las valoraciones que se tengan de las cuestiones de gestión de esos gobiernos, que al final de sus gestiones, sectores políticos estuvieran conspirando, me parece un sincericidio”.
Consultado respecto a su opinión sobre los últimos saqueos, dijo no tener pruebas de que hubieran sido organizados y le pidió a la presidenta que si las tiene, las refleje en una denuncia con todos los datos. Empero, contó una experiencia personal. “Tres días antes de los episodios de Bariloche, estuve ahí y cuando estaba cerca del famoso barrio de El Alto, el que era intendente hasta hace un año, que es radical, Marcelo Cascón, me dijo señalando hacia El Alto: ‘Mirá, allá arriba viven 30 mil personas, es un polvorín; han estado asistidas normalmente con planes sociales y desde hace dos o tres meses ya no lo hacen, el intendente no les da respuestas, eso es un polvorín a punto de explotar’”.
Se preguntó entonces cómo puede ser que la inteligencia del gobierno esté aplicada a otros menesteres y no adviertan estas cosas.
Respecto de una eventual alianza del radicalismo con el FAP, admitió que “tenemos muchas ganas, el radicalismo siempre está dispuesto a hacerlo, porque vemos hacia el futuro la posibilidad de ocupar la amplia autopista de la oposición en un acuerdo radicalismo-FAP en todo el país, hacia 2015. Y si se puede hacer eso en algunos lugares ahora, bienvenido”.
Admitió que en su provincia, Mendoza, ya está decidido que previas primarias Julio Cobos sea el candidato a diputado, pero consultado sobre si un triunfo del exvicepresidente lo catapultaría a una candidatura presidencial para 2015, Sanz aclaró que “habrá que verlo”. Admitió en ese sentido sus intenciones de ser candidato presidencial. “Y está bien que haya más de un candidato, cosa que si llegamos a 2015 con un par de radicales con ganas, con vocación, y con cierta proyección, qué mejor”.