“Para ser coherente con su accionar, el Gobierno kirchernista debería proponer que el predio expropiado irregularmente a la Sociedad Rural lleve el nombre del ex presidente Carlos Saúl Menem”, sostuvo el flamante titular del bloque de senadores radicales, José Cano. Para el legislador tucumano, “Cristina Fernández y sus funcionarios se parecen cada vez más a la gestión que denotan en los discursos, pero copian cada vez con más frecuencia”.

Sostuvo el legislador que “la figura de Raúl Alfonsín no merece ser bastardeada por una gestión que está limitada al revanchismo y que ha resuelto abandonar a su suerte a los graves problemas de los argentinos. La gestión del primer presidente de la democracia recuperada fue un ejemplo de valentía en la lucha contra las corporaciones, pero también un canto al respeto por la diversidad de opiniones y por quienes pensaban diferente. Alfonsín enfrentó sin tapujos a la Sociedad Rural, pero lo hizo respetando el disenso que es la esencia de la democracia”.

En ese marco, Cano advirtió que “el Alfonsín al que ahora el Gobierno quiere utilizar para darle legitimidad a un acto prepotente, es el mismo al que el ex presidente Néstor Kirchner desconoció méritos en su decisión de haber juzgado a las Juntas Militares a pocos meses de haber asumido en 1983. El Alfonsín al que pretenden rendir homenaje es el mismo que le reclamó diálogo a una gestión encerrada en sus propias verdades”.

“Sería más coherente que el kirchnerismo le rinda honores a Menem -razonó Cano-. El riojano es hoy uno de sus principales aliados políticos y su gestión ya no oculta el ropaje de la década neoliberal. Funcionarios corruptos y con causas judiciales abiertas; y una presidente cada vez más aislada de la realidad son síntomas que asemejan mucho al segundo mandato de Cristina con el final del menemismo”.