Es por la carta que escribió la Presidenta a Ricardo Darín, en respuesta a las declaraciones del actor. Para el radical, la misiva actúa como distracción e intenta "ocultar debajo de la alfombra" los problemas de gestión.
La polémica que desató el cruce de palabras entre Cristina Fernández y Ricardo Darín hizo eco en las escalinatas del Parlamento, donde el radical Ernesto Sanz criticó a la jefa de Estado por “instalar temas de debate que no son sustanciales para la Argentina”.
En clara alusión por la respuesta de la Presidenta increpándolo al actor por una causa judicial en los ’90 –que Darín aclaró fue sobreseído- el senador explicó que la misiva tiene con “una intención deliberada de ocultar debajo de la alfombra”, problemas “muy severos de gestión”.
“El Gobierno utiliza siempre la herramienta comunicacional para instalar cualquier otro tema. La carta a Darín le sirvió para eso”, opinó Sanz en declaraciones a la agencia de noticias Dyn.
Sumándose al discurso de sus pares opositores, el senador criticó al Gobierno por tener “muchas batallas perdidas últimamente en el tema económico, no solamente con la cuestión de la inflación, sino con la pérdida de competitividad de la economía, con la pérdida de empleo, con la pérdida de inversión”.
