La Argentina se ubicó en el puesto 40 de 100 países medidos en el ranking de transparencia presupuestaria que surge de la Encuesta de Presupuesto Abierto del International Budget Partnership. El país fue calificado con 50 puntos sobre 100, lo que implicó una disminución respecto de las mediciones de 2008 y 2010, en las que obtuvo 56 puntos.

La encuesta difundida este martes -y realizada en el país por CIPPEC (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento)- evalúa si el gobierno central pone a disposición del público ocho documentos presupuestarios clave, y si los datos son oportunos, exhaustivos y útiles. Con la encuesta se realiza un ranking con los países más y menos transparentes. En 2012, los primeros puestos fueron para Nueva Zelanda (93 puntos), Sudáfrica (90) e Inglaterra (88).

Por su parte, la puntuación de la Argentina supera el puntaje promedio de los 100 países medidos (43 puntos), pero es inferior a la de Brasil (73 puntos), Chile (66 puntos), México (61 puntos), Colombia (58 puntos) y Perú (57 puntos). Así, el nivel de transparencia presupuestaria argentina es comparable con el de Costa Rica, Turquía, Bosnia, Ghana y Botswana. Esto indica que el gobierno proporciona al público solo alguna información sobre el presupuesto y sus actividades financieras sobre el ciclo presupuestario.

Según explicó Luciana Díaz Frers, directora del Programa de Política Fiscal de CIPPEC, la Argentina produce seis de los ocho documentos analizados en la encuesta, pero dos de ellos no se publican a tiempo. El Poder Ejecutivo Nacional publica oportunamente el proyecto de ley de presupuesto, la ley aprobada, los informes de ejecución durante el año y el informe de fin de año. Por su parte, el informe de auditoría -una evaluación de las cuentas del Gobierno que realiza la Auditoría General de la Nación (AGN)- se publica a tiempo pero debería incluir resúmenes ejecutivos con avances de las evaluaciones a partir de los seis meses posteriores al cierre del año fiscal.

En cambio, la Argentina no produce dos documentos presupuestarios relevantes. Uno es el presupuesto ciudadano, que presenta la información del presupuesto de una manera no técnica. “Es un documento importante, porque permite al público general comprender y estar informado sobre la administración de los fondos públicos”, indicó Estefanía Casadei, analista del Programa de Política Fiscal de CIPPEC. El otro documento que el país no produce es la revisión de mitad de año, análisis que según Díaz Frers sería “de suma importancia” en nuestro país por la gran cantidad de modificaciones que sufre el presupuesto durante el año.

La encuesta evalúa también el grado de control presupuestario que realizan el Poder Legislativo y la AGN, y las posibilidades de la población de participar en el proceso de decisiones del presupuesto. En Sudamérica, la Argentina no figura entre los líderes regionales del monitoreo presupuestario y la participación. Según explicó Díaz Frers, la supervisión y el control del presupuesto que hace el Congreso resulta débil, principalmente en lo referido al análisis de la propuesta del ejecutivo, al control sobre las modificaciones que se realizan al presupuesto durante el año y al estudio y la aprobación de la Cuenta de Inversión.

“La Argentina puede ampliar significativamente la transparencia presupuestaria con medidas de corto y mediano plazo, algunas de las cuales se pueden lograr prácticamente sin costo para el Gobierno”, afirmó Casadei. Entre otras recomendaciones, las especialistas de CIPPEC sugieren producir un presupuesto ciudadano y realizar una revisión de mitad de año del presupuesto.