– ¿El kirchnerismo está dispuesto a dar un debate por la coparticipación?

– Ese es un viejo tema de la agenda en Buenos Aires que tiene no menos de 30 años de antigüedad, aunque periódicamente se analiza. Con la reforma constitucional de 1994 se estableció un mecanismo muy complicado para modificar la distribución de los tributos entre la Nación y las provincias. Así se estableció una ley convenio que tiene su origen en el Senado. Particularmente no me niego en absoluto a discutir el tema, pero tal debate se debe dar previamente entre los gobernadores y el Poder Ejecutivo Nacional. De modo que nosotros siempre vamos a convalidar cualquier acuerdo que parta en ese sentido. Pero la discusión debe ser iniciada entre la presidenta y los gobernadores y posteriormente en el Senado.

– ¿Entonces le parece coherente el pedido de Daniel Scioli de reabrir el debate?

– Es coherente el reclamo, pero me parece que está mal planteado. No debería haberse hecho públicamente, sino en primera instancia con la presidenta, que tiene a su cargo la administración fiscal de la Nación, y luego citar a los gobernadores quienes deben prestar el consentimiento. Así pasa a los senadores y después a los diputados.

– ¿De qué se trata el nuevo DNU que reasigna partidas presupuestarias?

– Es una aprobación de reasignación de partidas que oportunamente realizara la administración central respecto a distintos municipios.

– Si son administradas por los intendentes, ¿no se estaría “puenteando” a los gobernadores?

– Es un mecanismo que se realiza habitualmente en la relación directa entre el Poder Ejecutivo y los municipios. Por ejemplo, cuando se solicita la presencia de Gendarmería por un motivo determinado se le piden recursos a la Nación para afectarlo a la actividad en un municipio. No es una innovación que se realice este tipo de vínculo.