El debate por un nuevo reparto de los fondos nacionales calentó la arena política en el comienzo deL año y generó un nuevo cruce entre el sciolismo y el kirchnerismo. Legisladores bonaerenses opositores pidieron “dejar de lado las diferencias” y abrir la discusión.

El temor a no poder pagar salarios y aguinaldo en tiempo y forma encendió la alarma en territorio bonaerense. Rápidamente, el sciolismo salió a pedir un nuevo régimen de Coparticipación Federal y la actualización del Fondo del Conurbano. La estrategia generó un nuevo cruce con el kirchnerismo duro, anticipando un año complejo en el escenario provincial.

Quien abrió “el debate” de 2013 fue la ministra de Economía, Silvina Batakis, quien deslizó, casi tímidamente, la necesidad de un nuevo régimen de Coparticipación; y lo siguió una carta del jefe de Gabinete de Ministros, Alberto Pérez, dirigida al titular de la Cámara de Diputados de la Nación, Julián Domínguez, exigiéndole un debate en este sentido. Sin embargo, quien blanqueó la complejidad del problema fue el ministro de Infraestructura Alejandro Arlía, al asegurar que “para afrontar una paritaria de las cifras que se están manejando, la provincia necesita más recursos que los que tiene. Queremos tener previsibilidad, porque no queremos dar un aumento que, después, no podemos pagar”.

Según trascendió, con un aumento superior al 22%, la provincia ya estaría en problemas para liquidar sueldos. Ante esta situación, y ya sabiendo que los fondos que va a girar Nación serían insuficientes, Daniel Scioli encomendó, por un lado, ajustar la presión tributaria, como por ejemplo poniendo el foco sobre unos 1.000 grandes contribuyentes de Ingresos Brutos, entre ellos, hipermercados, automotrices y empresas de bebidas gaseosas; y por el otro, amagar y hacer gestos, “lo máximo posible”, para abrir el debate por la coparticipación para aumentar los fondos que transfiere la Nación a la administración central bonaerense.

El temor de un escenario similar al del 2012, donde el anuncio del pago del medio aguinaldo en forma desdoblada generó una seguidilla de paros y protestas en la provincia, hizo modificar la estrategia del mandatario, que desde su arribo a la provincia dependió de los fondos nacionales y de la voluntad de sus principales ejecutores.

El reclamo

La provincia reclama un nuevo régimen de coparticipación y la reparación del “Fondo de Reparación Histórica del Conurbano Bonaerense”, dos viejos anhelos de la oposición bonaerense.

El fondo de Reparación Histórica del Conurbano fue creado a principios de la década de 1990 y establecía que el 10% de lo recaudado por el impuesto a las Ganancias iba a ser destinado para obras de infraestructura social de esa región de la Provincia. En 1995 se estableció un tope de $650 millones a la distribución hacia Buenos Aires, mientras que el excedente se iba a distribuir en el resto de las provincias.

Sin embargo, casi 20 años después de aquella medida, el fondo está congelado y, lógicamente, es insuficiente. Hoy, el Fondo del Conurbano sólo representa el 0,6% de lo recaudado por el impuesto a las Ganancias. Para revertir esta situación, la estrategia sciolista es que el Congreso autorice una actualización. Para ello, la idea es seducir a los legisladores de Córdoba y Santa Fe, a través de una partida similar para el Gran Rosario y el Gran Córdoba, dos de las zonas más populosas del país.

Nuevo régimen

El debate por un nuevo reparto de fondos nacionales estuvo latente desde enero de 1988, cuando se sancionó en el Congreso de la Nación la actual Ley de Coparticipación 23.548 y de esta forma se sepultó el decreto ley 20221 y sus modificatorias, legislación surgida del régimen dictatorial que se impuso en el interregno 1976/1983. La 23548 es la primera y única ley de coparticipación de la democracia, con características originales en su fundamento federalista.

Al tratarse de una ley convenio resultaba necesario que la provincia de Buenos Aires, así como las demás, adhiera a esta normativa para que sea efectiva, algo que ocurrió en junio de 1988, en el caso bonaerense, cuando ambas cámaras legislativas provinciales adhirieron a la ley nacional.

Cuando se inicia el período democrático, el decreto ley de la junta militar, que tenía consignado su vencimiento el 31 de diciembre de 1984, estipulaba un 28,5 % de participación secundaria para la provincia de Buenos Aires, pero una reforma tributaria realizada en 1980 bajó de tal forma la masa de coparticipación primaria que descalabró el sistema mismo. De cada 100 pesos que recaudaba la nación sólo 13 pesos se repartían en las provincias. En la actualidad, la provincia de Buenos Aires tiene el coeficiente de distribución de ingresos en un 21,5 % del total nacional. Por ello se habla de una pérdida de 6 % en términos relativos en el pasaje de la ley 20221 a la 23548.

Así las cosas, es oportuno resaltar que el 28,5 % de la norma de facto funcionaba en relación a una coparticipación primaria que en términos absolutos no había, por entonces, grandes diferencias con el 21,5 % que operaba sobre una nueva torta de reparto más grande. No obstante, en el debate parlamentario de la provincia de Buenos Aires algunos legisladores entendían que la provincia debía tener un coeficiente de coparticipación de al menos el 24 %. También vale recordar que a la provincia de Buenos Aires, en un pre acuerdo federal del 87, se le asigna el 19,93 %, lo que motivo la firma en disidencia de la provincia, un acuerdo de último momento lo incrementa al actual 21,5% y el acuerdo avanzó.

El “acuerdo verdadero”, real, que actualmente rige el reparto de fondos dejó cierto inconformismo en la dirigencia provincial que en muchas ocasiones también se relacionaban con los posicionamientos políticas que adoptaban en los partidos políticos dominantes de aquellos años. Un contexto político diferente posibilitó la tangente de crear un fondo especial para compensar asimetrías, al tiempo que se fortalecían relaciones entre el estado provincial y nacional. Así se creó en 1992 el Fondo de Recuperación Histórica del Conurbano de la Provincia de Buenos Aires, con el 10 % de lo que el Estado Nacional recaudaba con el Impuesto de Ganancia.

El debate en el FpV/PJ

En el marco de esta disputa llegaron las declaraciones del vicepresidente Amado Boudou, quien calificó al reclamo como “un error institucional y un acto de cobardía política”, y del presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Julián Domínguez, que hizo consideraciones técnicas sin rehusar debatir la cuestión de fondo. “Se equivocó de ventanilla”, dijo Domínguez, dando cuenta de que la discusión sobre la Coparticipación Federal debe iniciarse en el Senado de la Nación, según la normativa vigente.

Así, el vicegobernador bonaerense Gabriel Mariotto se convirtió en una suerte de portavoz realista oficial y tras criticar la carta que Alberto Pérez le envió a Domínguez, admitió que la provincia “no cubre el presupuesto con recaudación propia y que este año le costará colocar deuda”.

“Hay que discutir, es un tema recurrente. Hay que hacerlo con mucha seriedad. Y se lo hace pensando en un proyecto nacional, nunca desde una expectativa personal”, sostuvo titular del Senado provincial, al tiempo que detalló que “la provincia tiene un presupuesto de 130 mil millones de pesos, y no lleguemos con la recaudación a cubrirlo. Cubrimos el 85% y el resto estaba previsto en letras. Pero el mercado financiero está complicado. Entonces tenemos que resolver esa situación, pero primero puertas adentro, con los municipios”.

Por su parte, el gobernador Daniel Scioli desestimó las críticas al asegurar que “me dejo guiar por lo que hablo con ella (en referencia a Cristina Fernández); las cosas importantes siempre las he hablado con ella, yo no puedo reaccionar en base a otras expresiones”. Y expresó, respecto del debate, que “nos tenemos que poner de acuerdo los gobernadores con la Presidenta. Mientras tanto vamos a hacer los esfuerzos necesarios desde lo provincial para tener equilibrio”.

La oposición

Varios espacios opositores también se sumaron al debate por un nuevo esquema de reparto de fondos nacionales. Desde el bloque de la CC-ARI se pronunciaron y detallaron que “la acción concreta tiene que ver con el reclamo de la Ley de Coparticipación, que está bien, adherimos, es un reclamo histórico, pero que obviamente no debería haberse dirigido hacia el presidente de la Cámara de Diputados sino hacia la presidenta de la Nación, que debe convocar a todos los gobernadores para discutir cómo se modifica esa ley”.

Sin embargo, Martello reconoció que es difícil que se llegue a una discusión porque “la redacción de una nueva ley de coparticipación es algo que nos obliga la Constitución desde el año 94, ya han pasado casi 20 años y ni siquiera hubo una mesa donde los gobernadores se sienten a discutir”.

Por su parte, el diputado del FAP Abel Buil apoyó el pedido del Ejecutivo bonaerense de reabrir la discusión sobre el régimen de coparticipación federal de fondos y le solicitó a “gobernadores, intendentes y legisladores que se sumen al reclamo”, ya que “un nuevo esquema de repartos es una obligación constitucional ya consagrada en la Reforma de 1994, de la cual la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, participó como convencional constituyente”.

“Las fuerzas opositoras que siempre tuvimos una posición a favor del federalismo y de la independencia de las provincias y municipios debemos acompañar el planteo”, aseguró el legislador, al tiempo que agregó “que la provincia no puede seguir aumentando la presión impositiva a los bonaerenses para alcanzar los fondos que corresponden por ley”.

En sintonía se pronunció la diputada Mónica López, quien recientemente oficializó su paso a las filas massistas. La legisladora se manifestó a favor de reclamar más coparticipación y modificaciones en el monto del Fondo del Conurbano, porque “la provincia aporta el 40% del PBI y le reintegran sólo el 19”.

No obstante, advirtió que “la discusión no la podemos dar en desmedro del resto de las provincias”, y agregó que “me gustaría que el gobernador de la provincia de Buenos Aires se siente con el resto de los gobernadores y con el gobierno nacional a discutir la coparticipación”.

Otro de los que se pronunció al respecto fue el diputado Sergio Panella, del bloque Radicales del Pueblo, quien pidió debatir la coparticipación pero cuestionó los cruces que se dieron en el seno del FpV-PJ: “Es una falta de respeto el tironeo que hacen con el tema de la coparticipación y la justa distribución de los fondos. Acá se tiran la pelota unos a otros pero en el fondo nadie quiere debatir con seriedad”.

“La Provincia y la Nación no pueden seguir pulseando todo el tiempo, porque eso repercute en la calidad de vida de los más de 15 millones de habitantes bonaerenses. El PJ viene gobernando esta provincia desde 1987 y lo único que consiguió es que se acentúen los problemas sociales, la inseguridad, el narcotráfico y la ausencia de una planificación adecuada”, concluyó el legislador platense.