Por Carolina Ramos

El memorando de entendimiento acordado con la República Islámica de Irán para destrabar la causa AMIA metió de lleno a los legisladores en la discusión sobre cómo avanzar en un trámite judicial estancado hace tiempo. En este contexto, Mara Brawer defiende, como diputada oficialista y miembro de la comunidad judía, las decisiones tomadas por el kirchnerismo, a la vez que cuestiona a la oposición por no haber activado el tema cuando fue Gobierno. Además, admite que “no se ve representada” en la postura crítica de Guillermo Borger y sostiene que el Pro “debería guardar silencio” en este debate por haber nombrado jefe de la Policía a Jorge “Fino” Palacios.

Tras un pasado con amplia trayectoria en materia educativa –formó parte de las gestiones de Juan Carlos Tedesco, Daniel Filmus y Alberto Sileoni-, Brawer explica los alcances del nuevo Plan de Educación Obligatoria y Formación Docente 2012-2016 y opina sobre los desafíos a superar a nivel escolar.

El acuerdo con Irán

– ¿Cómo evalúa el transcurrir de la causa AMIA en los últimos años?

– Desde 2003, con el Gobierno de Néstor Kirchner, en primer lugar, y luego el de Cristina Fernández de Kirchner, hubo una fuerte decisión política de trabajar para que se haga justicia en relación a la causa de la AMIA. A partir de esto se han tomado distintas medidas, como ordenar que se desclasifiquen los documentos secretos de la SIDE, y que los funcionarios de la SIDE puedan declarar y dar la información que sepan. Esto ha llevado a un enorme avance de la causa. Con las pruebas que se han obtenido no sólo se le ha permitido a la Justicia argentina pedirle a Interpol que determine la alerta roja para funcionarios iraníes, sino que se ha juzgado y se ha destituido al juez (Juan José) Galeano, que venía llevando la causa con irregularidades. El Gobierno de Néstor Kirchner también fue el primero que llevó esta cuestión a las Naciones Unidas. Por lo tanto es clarísimo, y esto lo han reconocido todas las organizaciones de la comunidad judía, que éste es el Gobierno que más ha aportado al esclarecimiento de la causa de la AMIA, sabiendo que venimos de gobiernos anteriores donde, en uno de ellos, el de (Carlos) Menem, no sólo ocurrió el atentado, sino que se inició una enorme cantidad de complicidades políticas y hasta comunitarias en relación a esto.

– ¿Qué significa el acuerdo con Irán para el esclarecimiento de la causa?

– La presidenta argentina ha tomado una decisión política que reafirma su condición de estadista, que es avanzar en esto a través de este entendimiento con Irán, y con la decisión política también de que sea refrendado por el Congreso de la Nación. Yo soy miembro de la comunidad judía, soy socia de la AMIA, y lo que siempre decimos es que nuestra presidenta no se conforma con recibir elogios y quedarse tranquila. Como presidenta de los cuarenta millones de argentinos -porque este atentado impune no fue un atentado contra la comunidad judía, sino contra todos los argentinos-, decide seguir avanzando y entablar este acuerdo. Podría haber tenido una actitud especulativa, diciendo ‘la colectividad judía, que es una parcialidad del pueblo argentino, está conforme con mi actuación; me quedo estancada, total que Interpol no pueda capturar a los funcionarios iraníes no es responsabilidad mía’. Y sin embargo, justamente porque se busca la verdad y la justicia, es que da este paso audaz.

– Como integrante de la comunidad judía y socia de la AMIA, ¿cómo le cayó la reacción de su titular, Guillermo Borger?

– Me parecen extrañas todas las idas y vueltas que han tenido en relación a este tema todos los representantes de las instituciones de la comunidad judía. Esto es como la Iglesia Católica: una cosa son los representantes institucionales y otra cosa son los feligreses. Yo no me veo representada por la postura que han tomado las instituciones comunitarias ante esta decisión de nuestro Gobierno. Creo que es muy importante este acuerdo porque nos permite tener esperanzas en que la causa del atentado a la AMIA pueda avanzar y estoy absolutamente convencida de que, si no se hace nada, no va a haber ningún avance. Y lo que ha dicho Borger acerca de la posibilidad de un tercer atentado, estoy esperando que se desdiga; sé que lo dijo en un momento de ofuscamiento, porque no está ajustado a ningún indicio, y si lo tuviera lo tendría que denunciar.

– Entre las críticas al texto del acuerdo se cuestiona que se haga un interrogatorio y no una indagatoria, y que además se haga en Teherán…

– Desde el momento que lo hace un juez argentino tiene validez de indagatoria, y es un acuerdo con Irán. Por supuesto que nosotros quisiéramos que los interrogatorios se hagan en Argentina, pero eso no estaba pasando. Irán no es un país que goce de una simpatía particular. Ahora bien, nosotros queremos avanzar en un atentado donde hay sospechosos de Irán, para lo cual el Gobierno argentino tiene que negociar un acuerdo con ese país, y éste es el acuerdo al que se llegó. Si hubiésemos hecho lo que nosotros queríamos, haríamos que los detengan, que los traigan a la Argentina y los indaguen aquí, pero eso es en abstracto: lo real es que los funcionarios iraníes no aceptan ser traídos a la Argentina para ser indagados. Entonces se llegó a un acuerdo en que la Justicia argentina tendrá que indagarlos de acuerdo con las leyes argentinas en Teherán.

-¿Y qué hay de los cuestionamientos a la Comisión de la Verdad?

– Será una comisión conformada por juristas de reconocimiento internacional que va a poder opinar, que no es lo mismo que juzgar, en el sentido jurídico del término, por eso esto también desmiente que esto pone en peligro levantar las alertas rojas; las alertas rojas sólo las puede pedir un juez y sólo las puede retrotraer un juez, así que dependerá de la Justicia argentina, luego de los interrogatorios que haga en Teherán, que las alertas rojas sigan o se amplíen hacia otros imputados también.

– La oposición sostiene el argumento de que con el interrogatorio en tierra iraní “se cede soberanía”…

– No encuentro en dónde se cede soberanía. En el caso Siemens se ha ido a interrogar a imputados en Alemania. No es la primera vez que la Justicia argentina se traslada a otro país a interrogar. Con respecto a la oposición, me parece que el Pro debería guardar silencio en este caso en particular, porque puso de jefe de la Policía a una persona procesada por el encubrimiento de un atentado, la verdad que debería darles vergüenza ajena. No entiendo cómo las organizaciones de la comunidad judía no han sido mucho más duras de lo que fueron. El radicalismo cuando fue gobierno tampoco hizo nada, esto no lo digo yo, lo dicen todas las instituciones de la comunidad judía. En el Gobierno de la Alianza no hubo ningún avance. Como siempre, dicen que no porque ese es su principio de querer hacer política negando y oponiéndose a todo lo que dice el Gobierno, cuando la mejor forma de oponer es rescatar lo bueno y proponer algo mejor. No he escuchado por parte de la oposición ninguna propuesta superadora para avanzar en esta causa.

El nuevo plan educativo

– ¿De qué se trata el plan educativo que lanzó el Gobierno?

– Es un plan de cinco años que avanza con las metas que se ha propuesto el Gobierno nacional para cumplir con la Ley Nacional de Educación, que determina que en nuestro país la educación es obligatoria hasta finalizar la escuela secundaria. Cuando uno dice que la educación es obligatoria, lo que dice es que los chicos tienen el derecho a recibir educación, y como todo derecho se lo tiene que garantizar el Estado. En función de esto, el Ministerio de Educación avanza en políticas como la universalización de la sala de cuatro. Sabemos que cuanto más temprano sea el ingreso de los chicos a la escolaridad, fundamentalmente en los sectores vulnerables, mejor es el pronóstico para la escuela primaria. Si bien es obligatoria la educación a partir de los cinco, el Estado debe ofertar la educación a los cuatro años. Además, este plan implica cumplir con las metas que fijaba la Ley de Financiamiento Educativo, que es aumentar la oferta de escuelas de jornada extendida y doble turno; la creación de playones para la realización de actividades deportivas. Además, este es un gobierno que ha rescatado la educación técnica, que había sido destruida en los ’90, justamente porque se pensaba en un país de servicios, un país sin trabajadores, un país sin técnicos.

– Sileoni reconoció el año pasado el alto porcentaje de jóvenes que no terminan la escuela secundaria… ¿qué pasa con esto?

– El Ministerio se ocupó y se sigue ocupando de esto; tiene que ver, por un lado, con los planes de mejora de la escuela secundaria, que es la posibilidad de que las escuelas cuenten con recursos pedagógicos -por lo tanto hay una enorme inversión en dinero- para tener clases de apoyo, para tener tutores, para que los docentes puedan tener horas institucionales por fuera del curso que les permitan tener propuestas pedagógicas para retener a los chicos que tienen dificultades de aprendizaje. Muchas escuelas abren las escuelas en verano para ayudar a los chicos a preparar las materias, o dan clases de apoyo a contraturno, o hay tutores que siguen el aprendizaje de los chicos y trabajan en la retención.

– También preocupa el tema del ausentismo, tanto docente como de los alumnos…

– Es un problema grave en el cual se está trabajando, y fundamentalmente mejorando las condiciones de trabajo docente. No es lo mismo trabajar en escuelas destruidas que en escuelas como las 1800 nuevas que se han construido y los millones que se han invertido en mejorar las condiciones edilicias en las escuelas de nuestro país, lo mismo que el aumento salarial docente: cuando Néstor Kirchner asumió, un docente cobraba en cuasimonedas y a veces ni siquiera cobraba. El salario docente no es el que soñamos pero ha avanzado significativamente. Se han repartido cuarenta millones de libros, no es lo mismo para un docente enseñar con chicos que tienen herramientas, como los libros o las netbooks que se han repartido, que chicos que no tienen ningún recurso y que el mismo docente le tenía que prestar.